Este fin de semana el Tottenham, que la semana pasada había perdido con el Manchester United, volvió al triunfo y derrotó por un categórico 5-0 al Burnley en la Premier League.
Y tras este partido, en el que el surcoreano Son Heung-Min anotó un golazo "maradoniano", el técnico del Tottenham, José Mourinho, realizó un gran gesto.
Fue a saludar a Son, quien se estaba llevando la pelota luego de su tremendo gol, y le pidió el balón para poder entregárselo a Troy Parrott, un jugador que había hecho ese día su debut en la Premier.
Después "Mou" explicó por qué lo hizo: "Fue su debut y creo que tuvo un significado mucho mayor para un niño que la semana pasada jugó contra otros de su edad en la UEFA Youth League".
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