Clubes y futbolistas se han multiplicado para mostrar su pesar por el fallecimiento de Dolors Sala Carrió, la madre de Josep Guardiola, quien falleció a la edad de 82 años a causa del coronavirus.
Dolors Sala fue fundamental en la vida del oriundo de Sampedor, localidad cercana a Barcelona en la que nació el actual DT del Manchester City. En 1984 y a la edad de 13 años, Guardiola se mudó a la Masía para iniciar su sueño de jugar por el conjunto culé.
Un objetivo que siempre fue apoyado por su madre, con la que mantenía una relación directa desde pequeño, como señalan algunos medios hispanos. "Todos los días la llamaba para buscar contención y fuerzas", indicaron, ya que "Pep" era muy apegado a su familia.
Dolors le inculcó los valores del esfuerzo y el trabajo al entrenador, quien en sus primeros años en La Masía sufrió al estar lejos de su hogar.
"A la madre le preocupaban los continuos viajes de Barcelona a Sampedor, ya que su hijo se mostraba muy aprensivo, más callado de lo habitual y con poco apetito", indica Guillem Balagué, autor del libro "Pep Guardiola, otra manera de ganar".
Con el correr de los años, el DT fue ganando confianza, sin dejar de lado los consejos de su madre, quien lucía orgullosa los logros de su hijo.
Los últimos años de Dolors los pasó recluida en su casa, ya que tenía imposibilidad de movilizarse. En la intimidad de su hogar, mantenía una estatua de yeso de su hijo y un salón dedicado a exhibir todos los éxitos de su hijo en su época como jugador y entrenador.
La cuarentena le impidió a Guardiola despedirse en persona de su madre, quien fue una persona fundamental para que llegara a convertirse en uno de los mejores adiestradores del mundo.
