El Betis de Manuel Pellegrini sigue haciendo historia. Este jueves sufrió hasta el final y por un momento pareció muy complicado, pero resistió. Empató 0-0 con el Zenit en el Benito Villamarín. Gracias al 3-2 de la ida, avanzó a octavos de final de la Europa League.
El plan del "Ingeniero" sigue en marcha. Su Betis es el único equipo español que está vivo en tres competiciones. Es tercero en la Liga, semifinalista de Copa del Rey y ahora figura entre los 16 mejores de un torneo continental.
Ante el Zenit fue uno de los partidos más bravos de la temporada. No se vio el fútbol asociativo y florido que suele mostrar el Betis. Fue una prueba de carácter. Claudio Bravo estuvo en el banco de suplentes.
Los rusos salieron a imponer vértigo, pero les faltaba precisión en el último pase para generar peligro. Los andaluces, en cambio, trataban de rotar el balón y desgastar a su rival. Hubo muy pocas emociones en las áreas durante la primera mitad.
A la vuelta del descanso, el Betis tuvo una ocasión clarísima, pero el poste le negó el gol. El Zenit no tenía muchas ideas, pero con más ímpetu que fútbol fue arrinconando a su rival. Los centros se sucedían, desde una orilla y de la otra. El central Edgar González acabó siendo figura.
En el minuto 90' el Benito Villamarín enmudeció. Dmitri Chistiakov metió un frentazo en área chica y puso el 1-0. Con eso había prórroga. Pero intervino el VAR. Se cobró un planchazo a Guido Rodríguez y se anuló el tanto. Del silenció se pasó a la euforia. Siguió martillando el cuadro de San Petersburgo hasta el final. En la última del partido, volvió a ganar de cabeza y el balón dio en el techo del arco. Manuel Pellegrini celebró con el puño apretado al borde de la línea de cal.
Este viernes, se realizará el sorteo de octavos de final. Este Betis ilusiona cada vez más. El "Ingeniero" tiene enamorada a la mitad verdiblanca de Sevilla.