El Cóndor de Pichidegua vive sus días más felices. Es el mejor equipo amateur de Chile. La semana pasada se impuso al Dante de Nueva Imperial, donde milita el ex colocolino Miguel Aceval, y se consagró campeón nacional.
El club albinegro fue fundado el 20 de enero de 1927. Actualmente lo preside Luis Retamal. El dirigente se ríe cuando le preguntan qué lo motivó a tomar el cargo. Hasta hoy no lo tiene claro, fue algo que ocurrió sin que lo planeara. Era un hincha más y sus amigos lo propusieron para que asumiera en la testera. Desde 2016 es el timonel de la institución.
"El Cóndor tiene 95 años de vida, estamos en una zona rural. Siempre ha tenido renombre por la cantidad de gente que asiste partido a partido, por la pasión que tienen los hinchas, más que por los títulos. Esta es la primera vez que el Cóndor logra un torneo nacional, hasta el año 2007 lo único que se había ganado era una copa regional. Fuimos a jugar una final a Nueva Imperial que está a ocho horas y media de Pichidegua y fueron más de 600 personas. Jugamos una final regional y llevamos más de 2400 personas. Más gente que equipos profesionales, le comenta a Emol.
En el Cóndor juegan profesores de educación física, mineros, agricultores y transportistas. Por sus filas, además, han pasado jugadores profesionales como Rodolfo Madrid, Eduardo Lobos o Nicolás Vargas. Hace tres meses se sumó el ex seleccionado Juan Gonzalo Lorca, pero no pudo jugar la final nacional debido al reglamento.
El técnico es Alexis González. En los noventa integró el plantel de Santa Cruz en Segunda División, pero jugó poco. Allí fue dirigido por históricos como Eugenio Jara o Hernán Godoy. Su carrera en los banquillos inició hace 15 años. En su palmarés tiene ocho títulos regionales y cinco nacionales.
"Yo soy autodidacta. Estuve matriculado en el INAF, pero lo tuve que dejar por problemas personales. Yo soy agricultor. Le hago semillas a la empresa Antufen, que es uno de los auspiciadores del Club Deportivo Cóndor. Son semillas de exportación", expresa.
El club postuló a un fondo regional para costear el viaje a Nueva Imperial.
González vive en Santa Cruz y viaja a Pichidegua para estar en los entrenamientos. Dice que a veces se cansa. Si no hay partido del Cóndor, recorre los otros estadios de la región analizando rivales. Para la final del nacional, viajó hasta Curanilahue para ver en vivo al Dante de Nuevo Imperial.
"He tratado de profesionalizar el asunto. Tenemos dos preparadores físicos, kinesiólogos, gimnasio, en la última final concentramos en un hotel en Temuco. Tenemos indumentaria, buzos. En el equipo hay cinco campeones nacionales con otros clubes. Trabajamos muy profesionalmente. Pichidegua y Graneros son los comunas más futbolizadas de la zona. Hay clubes bastante competitivos, hay muchos clásicos", afirma.
El presidente Retamal agrega: "Intentamos profesionalizar. Vendemos entradas por internet y por ticketera para evitar falsificación. Para esta final vendimos la transmisión. El que quería conectarse tenía que pagar para ver el partido y nosotros grabamos con cinco cámaras, con buena imagen. Tenemos bien implementado el tema de publicidad. Vamos donde una empresa, le ofrecemos publicidad en la camiseta, en los estáticos, en las entradas que se venden para ingresar. Con eso solventamos la mayoría de nuestros gastos. Tenemos más de 11 mil seguidores en redes sociales y para una final regional convocamos a 2 mil 400 personas. Tenemos repercusión".
La imagen de Gonzalo Herrera junto a las medallas de campeón.
Una multitud acompañó al Cóndor en Nueva Imperial. Tras el encuentro, había mucha gente esperando en las calles de Pichidegua y en la cancha. Los bocinazos eran estruendosos e incesantes. Sin embargo, los campeones primero fueron al cementerio.
La delegación visitó la tumba de Gonzalo Herrera. Él era el capitán de la serie de honor del Cóndor. En enero de 2018, sufrió un accidente de tránsito y los tres amigos que lo acompañaban murieron. Herrera estuvo internado dos meses en la Posta Central, pero finalmente falleció también. Tenía 21 años.
"El momento más difícil de nuestra historia. Nosotros estábamos compitiendo y él estaba en el hospital. Fue muy difícil. Cuando fallece, golpeó muy fuerte a la gente del club. Gonzalo era el motor del equipo, el jugador que más pasión transmitía. Si no estaba jugando, él estaba arriba de la reja en la galería alentando. No hay nada que a la institución la haya golpeado más que la muerte del capitán. Era el jugador de casa, el que se inició en el club, un guerrero", declara el presidente Retamal.
El timonel fue a verlo cuando estaba internado. Le hizo una promesa: que el Cóndor lograría todo lo que él anheló.
El club fue creciendo. Hubo fracasos dolorosos, pero el éxito llegó rápido. Vinieron una seguidilla de títulos: regional, interregional y por último el nacional. En la tumba de Gonzalo Herrera dejaron medallas de todos los campeonatos obtenidos. "Las promesas se cumplen", escribió el Cóndor en su cuenta de Instagram.