Los "Cóndores" cayeron 22-21 ante Estados Unidos bajo una lluvia torrencial en el Santa Laura. La vuelta será en siete días más en Denver y la llave sigue más que abierta para el equipo chileno.
Cerca de
10 mil personas acudieron al recinto de Plaza Chacabuco pese al diluvio que caía.
Fue un partidazo que tuvo de todo. Revisa a continuación lo que no se vio antes, durante y después del duelo...
La gente llegó igual
17:30 horas y la lluvia se intensificó. Los gritos de la gente eran el aviso. Se largó y se largó. Pese a todo esto, cerca de 10 mil espectadores colmaron el Santa Laura para apoyar a los "Cóndores".
No importó cómo: Bolsas en la cabeza, parkas y más parkas y los infaltables paraguas. El estadio estaba vendido completamente y fue poca la gente que prefirió quedarse en su casa. El apoyo incondicional de los hinchas valió la pena.
¡Siéntense!
Si bien la gente llegó igual con la lluvia, esto trajo algunos desórdenes. Los más entusiastas de pie y con paraguas abiertos, no dejaban ver a los que estaban sentados atrás.
Se formaron varias discusiones de iracundos espectadores pidiendo a los gritos que se sentaran para que todos pudieran ver. Más considerando que el Santa Laura es de los mejores estadios para ver deportes. Algunos se sentaron e hicieron caso, otros definitivamente no.
La cancha fue un barrial
Pese a que en la transmisión oficial se pudo ver que la cancha no estaba en óptimas condiciones por el diluvio, lo que ocurrió en el campo fue tremendo.
Ya era poco el pasto que quedaba: Barro y más barro. El verde ya casi no existía. Definitivamente el Santa Laura no aguantó las condiciones adversas que presentó el partizo. Incluso en las zonas de ingoal ya era solo lodo.
El try de Fernández desató la algarabía
Chile perdía con Estados Unidos en el barrial de Santa Laura. Rodrigo Fernández agarró la ovalada en su campo y comenzó una carrera sin igual. Eludió rivales y cuando parecía que se complicaba, nuevamente esquivaba oponentes para marcar un try realmente legendario.
La algarabía que desató en el estadio fue épica. Toda la gente se paró de sus asientos y hubo un ensordecedor festejo. Incluso algunos con lágrimas en los ojos. Una anotación que quedará en la historia...
Hinchas estadounidenses "infiltrados"
Pese a que se creía que toda la parcialidad era chilena, habían algunos fanáticos visitantes. Pocos, pero habían.
A cuenta gotas eran los norteamericanos que llegaron a alentar a su selección. Presumiblemente amigos o familiares de los jugadores. Era fácil identificarlos. Se escuchaban voces en inglés y de inmediato las miradas del público apuntaban a ellos.
De todos modos, el partido se vivió sin problemas en las tribunas y en un ambiente muy familiar.
Presencia de hinchas hispanos
Parece un poco obvio, pero en el Santa Laura hubo bastante presencia de hinchas de Unión Española. Con indumentaria del club, se paseaban por orgullosos por su casa y alentando también a los "Cóndores".
Eso sí, quizás no habrán quedado muy contentos por cómo terminó el estado del campo de juego. Más considerando que el lunes reciben a la Universidad Católica en un duelo tradicional del fútbol chileno y que se juega muy caliente en el último tiempo...
El hilarante momento cuando se cortó la luz
Minuto 62' y mientras EE.UU. arremetía con todo muy cerca del ingoal chileno, se cortó la luz. Una falla eléctrica hizo que los cuatro principales focos que iluminan el estadio dejaran de funcionar. El duelo estuvo interrumpido por casi 20 minutos.
La gente silbaba, prendía sus celulares y entonaba el himno nacional. Pese al frío que hacía y la lluvia, siguió ahí esperando que todo se reanudara. Pero lo curioso e hilarante fue lo que hizo un vendedor: Empezó a arrojar paquetes de maní a la gente, que a gritos lo señalaba para que los tirara más cerca de ellos. Duró algunos minutos, hasta que se le acabó la mercadería.
El presidente y las fotos
El presidente de la Federación de rugby, Cristian Rudloff, llegó temprano al reducto de Independencia. Acompañado de sus hijas, arribó cuando todavía la lluvia era algo débil e intermitente. Aún no se "largaba".
El timonel del rugby nacional se tomó fotos con su familia con la cancha de fondo mientras la gente buscaba los mejores asientos. Incluso uno que otro le pidió fotos en el sector de los foodtrucks.
La banda se mojó
El himno patrio fue estremecedor. Las casi 10 mil personas corearon las estrofas con un sentimiento impresionante y el Santa Laura retumbaba con los decibeles del canto chileno.
Fue la banda de músicos de la Escuela Naval "Arturo Prat" la que tocó la melodía. No importó la lluvia torrencial que caía. Un himno con un sentimiento que paralizó corazones.