El campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, rompió su silencio después de su abandono en la Copa Sinquefield, el pasado 5 de septiembre, torneo en el que perdió con el estadounidense Hans Niemann, de 19 años, jugador sobre el que dejó entrever que había hecho trampas ayudado por programas informáticos.
En una entrevista con la periodista Kaja Snare, y a la pregunta de su hay trampas en el ajedrez, el noruego aseguró que "
independientemente de si es un problema generalizado o no, creo que es bastante fácil hacer trampas. En general, creo que en el futuro no deberíamos tomarnos a los tramposos a la ligera, ni por internet ni sobre el tablero".
Sobre su retiro, el multicampeón aseguró que "desgraciadamente, no puedo hablar de eso en particular, pero la gente puede sacar sus propias conclusiones, y ciertamente ya lo ha hecho. Tengo que decir que estoy muy impresionado por el juego de Niemann, su mentor, Maxim Dlugy, debe de estar haciendo un gran trabajo".
Acerca de su presente, apuntó que "estoy bien, viviendo mi vida y tratando de jugar bien en el torneo. La gente que me conoce y que me siguió, por ejemplo, en Zagreb en 2019, sabe que puedo callarme las cosas".
Cabe recordar que Carlsen no había dado explicaciones claras tras su retiro en la Sinquefield Cup, pero todo el mundo entendió que obedecía a sus sospechas de que su rival hacía trampas.
"Me he retirado del torneo. Siempre he disfrutado jugando en el Club de Ajedrez de San Luis y espero estar de vuelta en el futuro", escribió aquella vez en su cuenta de Twitter, en la que tiene 715.000 seguidores.
El mensaje dejaba entrever algo más detrás de su salida ya que venía acompañado de un antiguo video de José Mourinho en el que el entrenador portugués de fútbol comentaba: "Si hablo, me meto en un gran problema".
Niemann, número 49 del ránking mundial de ajedrez, había derrotado con negras a Carlsen y puso fin a la racha de partidas sin perder que el campeón del mundo había prolongado hasta las 53. El norteamericano alegó que, casualmente, había repasado esa línea unas horas antes de la partida. "Por una especie de milagro, comprobé esa línea hoy mismo. No sé por qué, es algo ridículo pero fue así. No entiendo por qué lo miré, es ridículo", manifestó.
Después de lo ocurrido con Carlsen y Niemann el mundo del ajedrez se ha volcado en apuntar si se puede o no hacer trampa en este deporte.