Nuevamente el fútbol chileno se enloda por culpa de las barras bravas. Ahora, fue en el clásico entre la Universidad Católica y la Universidad de Chile por cuartos de final de vuelta de la Copa Chile en el Elías Figueroa Brander de Valparaíso.
Iban apenas 5 minutos cuando bengalas y bombas de estruendo cayeron desde la galería hacia donde estaba el arquero
Martín Parra, quien inmediatamente cayó al piso. El duelo se jugaba con solo público franjeado.
Todo esto, solo segundos después de que Fernando Zampedri abriera la cuenta de penal para los cruzados.
Futbolistas de ambos equipos se acercaron a Parra para ver cómo estaba, mientras el juez Felipe González junto a sus asistentes analizaban la situación.
Los jugadores, minutos después, tomaron rumbo a vestuarios y luego el árbitro decretó la suspensión oficial del encuentro. Un auténtico papelón.
El portero Parra, según la transmisión, acabó preliminarmente con un trauma acústico y abandonó el estadio en ambulancia para ser trasladado a una clínica en Santiago.
Recordemos que la U ganó en la ida 1-0 y Católica, de momento, igualaba la llave. Sin embargo, la violencia vuelve a ganar. Un nuevo escándalo en el fútbol chileno. ¿Hasta cuándo?