"Se pasó", "extraordinario", "por algo están dentro de los mejores del mundo". Los comentarios se hacían repetidos entre los casi dos mil aficionados que llegaron al Club de Golf La Dehesa para ver la espectacular exhibición que ofrecieron Joaquín Niemann y Guillermo Pereira.
El pleito, denominado "The Match" a la usanza de los grandes encuentros entre estrellas estadounidenses del golf, se realizó en beneficio del Elite Golf Junior, el circuito que maneja Niemann y su círculo más cercano, incluyendo a su madre Pamela Zenteno y su entrenador Eduardo Miquel, entre otros.
La multitud que vio a los dos mejores golfistas del país se llenó de buen golf y seguramente van a atesorar esta jornada por un buen tiempo, como un regalo anticipado de Navidad. Es que fueron testigos de una verdadera lección de dos jugadores que están en la cúspide de su juego, lo que no tuvieron ningún problema para atender a cualquier requerimiento de sus fanáticos, que hasta compartieron uno que otro comentario entre golpe y golpe, durante la ronda, pese a que no se puede hacer en un torneo normal.
Fotos y fotos por todos lados, personas que se cruzaban por el fairway incluso cuando los jugadores estaban por pegar desde el tee. Una imagen pocas veces vista en un campo de golf chileno. Pero aún así, los presentes siguieron la acción con mucha atención e interés por los 18 hoyos del recorrido de un poco más de 7 mil yardas.
El momento cúlmine, que provocó la explosión total de la gente, ocurrió en el par-5 del hoyo 9. Pereira falló su salida y se metió en problemas, mientras Niemann dejó su bola en el medio del fairway y con el tercero tenía cerca de 200 yardas a la bandera. Allí "Joaking" pegó un golpe de otro planeta, embocando desde lejos un eagle que generó una ovación que se escuchó en todo el recinto.
Pereira, que se aprestaba a jugar su tercer golpe desde cerca de un arroyo, quedó perplejo. "La cagó este hueón (sic). Siempre hace lo mismo", le comentó a un grupo de personas que estaba cerca de él antes de efectuar su impacto al green, entre tallas, todos asombrados por la hazaña del número uno del país.
Otra explosión ocurrió en el 16, donde "Mito" embocó un birdie desde lejos para seguir vivo en el match. El que al final quedó en manos de su "compadre" por 2 & 1 (dos hoyos de ventaja y uno por jugar), pero eso fue simplemente una anécdota de una tarde para el recuerdo.
Terminado el duelo, "Mito" se quedó en el medio del green firmando todo tipo de souvenirs a sus emocionados fanáticos, en su mayoría niños, que estaban fascinados por tener a sus ídolos tan cerca. Un trato de rockstar que también vivió Niemann, un poco más apagado, pero no sin ganas de dejarle un regalo anticipado de Navidad a todos sus fanáticos que lo fueron a ver jugar, pese a que por un momento todo se desbordó en La Dehesa.
Para el cierre vino la premiación y las bromas de lado y lado entre los dos amigos, ante un público fiel que se quedó hasta el final, pese a que el partido en sí había acabado una hora y media antes. Hubo miles de fotos con chicos futuros golfistas y un trofeo para el ganador del primer "The Match", el que debería repetirse en 2023 y convertirse en una tradición de fin de año.
"Jugando menos torneos y eventos de tres días puedo organizar mejor mi temporada con 14 torneos al año", dijo Niemann sobre su presente en LIV Golf a los presentes que lo siguieron con atención. "Me permite hacer un calendario más normal y puedo ir guardando energías", añadió "Joaco", antes de que a "Mito" le tocara la incómoda pregunta de su posible salto a la gira manejada por Arabia Saudita.
"Voy a jugar en el PGA Tour en enero", dijo Pereira, pero el animador del evento le preguntó: "¿Y después?", "ya veremos", respondió entre risas el jugador que logró un histórico tercer lugar en el último PGA Championship, segundo major del año.
"Echo de menos un poco a Joaco, antes viajábamos juntos en el PGA Tour, entrenamos juntos, se había armado un buen grupo con otros jugadores", reconoció el tres veces ganador en el Korn Ferry Tour, aunque ante la consulta sobre los próximos pasos solo sonrió sin dar mayores luces.
Un día pletórico para el golf chileno, con dos estrellas mundiales dando lo mejor de sí en una exhibición que pasará a la historia de un deporte que sigue ganando espacio en nuestro país.