Se llama Ahmed Solyman, es egipcio, dejó el karate debido a una lesión y llegó en agosto de 2019 a Santiago para ser el entrenador del Team Chile de esta disciplina. Este ingeniero en mecatrónica, con 27 años en ese instante, vino tras ser contactado por la Federación Chilena de Karate para trabajar en el desarrollo de una prometedora generación de karatecas y lo hizo sin hablar prácticamente español.
La pandemia frenó su adaptación, pero cuatro años después los resultados ya están a la vista. Tres oros en el karate en Panamericanos.
En un comienzo la barrera idiomática fue más que una traba, ya que solo repartía instrucciones en inglés y por eso su metodología no la entendían, señaló a El Mercurio en su momento el seleccionado Camilo Velozo.
Su mérito es evidente, según sus mismos pupilos. Hace unos meses Valentina Toro le contó a Emol que “él es el que está con nosotros 24/7, el que nos molesta mucho por temas de nutrición, de evaluaciones, temas físicos, tema de karate... Nos exige al máximo y no deja tranquilo a ninguno. Es un muy buen entrenador, súper profesional y ha cambiado la disciplina en mí y en todos mis compañeros", retrataba.
Es ese término, disciplina, el que Solyman asegura es el secreto de la curva ascendente que llevan los karatecas desde su estadía en el país. Luego de que Toro y Rodrigo Rojas aseguraran dos nuevas preseas doradas para Chile en los Juegos Panamericanos, el entrenador en conversación con Emol explicó que estos éxitos son la recompensa al trabajo duro, de verdad, que hicieron durante todos los últimos meses.
Rojas va por la misma línea que Toro. Cree que Solyman es el "artífice" del éxito chileno. Lo destaca como un pilar y una de las explicaciones de por qué no solamente han sido uno o dos figuras del karate que han sobresalido, sino todo el equipo.
"Son muchos los actores que han producido este cambio, el COCH, Federación, sicólogos, técnicos formativos, senseis anteriores, hay mucho trabajo atrás. Ahmed vino a unir todo eso. Vivimos todas las experiencias juntos y Ahmed es el artífice de todo ello", asegura el medallista.
Velozo, en tanto, dice que él es la principal razón de estos resultados. "Nosotros pasamos de ser una selección a ser un equipo, una familia quizás. Él ha sido muy metódico, ha ido en constante crecimiento, es muy autocrítico, eso también se ha notado porque hemos visto como los procesos que vivimos desde el 2020 hasta ahora han ido evolucionando y han sido mucho más eficientes", explica.
Hoy ya las instrucciones las entrega en español y las celebraciones después de los triunfos reflejan la confianza que se ha ganado con sus dirigidos, fruto del trabajo y constancia. Tras cuatro años, el técnico hace un balance de lo que han logrado.
“Nuestro equipo cada año es mejor que el anterior. En cada competencia se logran resultados históricos, vamos creciendo y eso se ve muy claro. En Lima se alcanzó un oro, hoy tenemos tres y queda un día de competencia”, añade.
No hay tiempo para celebrar aún, explica, ya que tiene tres categorías aún por ver competir en Santiago 2023, y revela que, por qué no, podrían caer más medallas.