Las dos caras de la moneda en la final de la Europa League.
Agencias/Emol
El Atalanta hizo historia. En la final de la Europa League dio la sorpresa y venció 3-0 a un Bayer Leverkusen que parecía indestructible de la mano de un inspirado Ademola Lookman.
Para "La Dea" es su primer título continental. Hasta ahora, en su palmarés solo había una Copa Italia, seis títulos de la segunda división italiana y uno de la Serie C.
Xabi Alonso, entrenador del equipo alemán, miraba desconcertado desde el borde de la línea de cal. El campeón de la Bundesliga nunca encontró respuestas y le dijo adiós a su impresionante invicto de 51 partidos.
La escuadra de Gian Piero Gasperini dominó desde el inició hoy en Dublín. Impuso una presión férrea sobre la salida rival y duelos por toda la cancha. El agobio era terrible para los futbolistas del Bayer.
A los 12' se abrió la cuenta. Tras un centro por bajo desde la derecha, Lookman se anticipó y metió el zurdazo. Solo ocho minutos después llegó el segundo, también obra de Lookman. El nigeriano recibió cerca del área, se sacó la marca de encima e incrustó el balón en la red con un zapatazo descomunal.
El Leverkusen estaba aturdido. No lograba enlazar líneas y le costaba mucho instalarse en terreno rival. Adolecía de fluidez, ritmo y profundidad. Estaba muy lejos de ser aquel cuadro que ha maravillado a todo el mundo esta temporada.
En el segundo tiempo, el elenco bergamasco retrocedió y tuvo menos tiempo la pelota. Pero el equipo de las "aspirinas" estaba impreciso, sus ataques eran forzados y le costaba mucho generar peligro.
En el 75' se sentenció el duelo con una contra letal. Lookman aceleró, encaró, tiró una bicicleta y clavó la pelota en el ángulo. Triplete para él. No solo fue el héroe de la noche, si no que dejó una marca que será indeleble para el Atalanta.
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