"Si no se detiene, el partido será suspendido". Un mensaje que se repitió en reiteradas ocasiones en el triunfo de Colo Colo sobre Universidad Católica en el Estadio Monumental.
Más allá de la alegría por la victoria que mantiene al Cacique con la primera opción de ser campeón, en los albos hay preocupación por la "mano dura" que puede venir.
El duelo ante la UC fue un espectáculo en las tribunas. La bienvenida a la cancha tuvo
fuegos artificiales, humo y globos. Ambientazo. Hasta allí todo bien. El tema vino después.
La pirotecnia no cesó. Se prendieron bengalas y lanzaron bombas de ruido en el sector de Arica, aunque fue solo en los primeros minutos del encuentro. Lo más complejo llegó más tarde.
Los fuegos artificiales y las bengalas interrumpieron el arranque del complemento. Se pitó el inicio y al minuto el encuentro estaba detenido.
"Recordarmos que los fuegos artificiales, bengalas y bombas de ruido están prohibidas, si continúa el árbitro suspenderá el partido", fue el aviso por los alto parlantes del Monumental.
Vidal y Pavez le pidieron al juez José Cabero que el compromiso siguiese. Fernando Zampedri se acercó a la conversación. Pero el referí esperó y solo autorizó el reinicio después de unos minutos.
Eso sí, Cabero se acercó a su cuarto árbitro, llamó a los encargados de la ANFP e informó que podía suspender de continuar la situación.
El partido siguió, aunque una que otra bengala aparecieron en Arica y Caupolicán. Pero al minuto 86 todo se descontroló. El gol de Javier Correa hizo que ya no sirviera advertencia alguna.
Tras la anotación, el Monumental se volvió una caldera. Lanzaron fuegos artificiales desde Arica y Cordillera. Hubo bombas de ruido y bengalas por doquier en casi todos los sectores de Pedrero.
Nuevamente la voz del estadio hizo una advertencia, pero a esa altura ya no había caso y el árbitro Cabero asumió que el desenlace se jugaría bajo esas condiciones.
El informe de seguro se vendrá duro. No se respetaron las normas y Colo Colo podría arriesgar un duro castigo. Le quedan dos duelos de local en este torneo y bien uno podría jugarlo sancionado.
El primero será este domingo ante Audax Italiano y es casi imposible que haya castigo en breve. Por ende, las consecuencias podrían llegar para la lance frente a Iquique, a jugarse el fin de semana del 02 de noviembre por la penúltima fecha del certamen. Sería durísimo disputarlo con menos gente o incluso a puertas cerradas.
La ANFP tendrá la última palabra, pero el panorama, al menos, no pinta bien para el Cacique.