Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia
Cristián Carvallo, El Mercurio
SANTIAGO.- “Nosotros somos la primera generación de la humanidad en enfrentar una crisis ambiental planetaria, nos estamos quedando sin tiempo”, advierte en su visita a Chile Jeffrey Sachs, economista y asesor del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon sobre los Objetivos del Desarrollo del Milenio.
El profesor de la Universidad de Columbia estuvo por un día en el país para participar en el primer aniversario del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (CLAPES) de la Universidad Católica.
En el encuentro, Sachs fue tajante en mencionar la urgencia con la que los gobiernos deben asumir un programa de desarrollo sustentable para detener la crisis medioambiental, eliminar la pobreza y disminuir las brechas sociales.
“La pobreza es una tontera en el siglo XXI. Tenemos todos los medios tecnológicos para lograr que la gente de aleje del límite de muerte por pobreza. Sin embargo, aún hay millones de personas que mueren por esta causa”, afirma el economista y comenta que, no por nada, estos temas son los que contendrá la encíclica que dará a conocer el Papa Francisco este jueves.
Sachs advierte, además, que los siguientes seis meses “serán muy importante para las próximas generaciones”, debido a tres grandes encuentros que sostendrán los mandatarios.
Una de ellas es la Cumbre de las Naciones Unidas para Adoptar la Agenda de Desarrollo, en septiembre, instancia en la que presentarán 16 nuevas metas, que incluye promover una agricultura sostenible y garantizar una educación de calidad inclusiva.
Mientras que en diciembre, París recibirá la Cumbre por el Cambio Climático. “Nos demoramos seis años en volver a reunirnos. Tenemos que llegar a un acuerdo”, comenta Sachs.
Descarbonización como desafío
Uno de los desafíos que propone el académico para impulsar este tipo de desarrollo, es que los gobiernos trabajen en una “trayectoria de descarbonización profunda”, que significa cambiar el sistema energético actual para así reducir las emisiones de CO2.
En ese sentido, destacó las ventajas naturales que tiene Chile. “Yo diría que tienen un gran futuro en términos de energía solar, porque tienen el desierto más seco del mundo. Así como la hidroeléctrica y la eólica, por las grandes costas”, concluye el también miembro del Consejo Asesor Internacional de CLAPES, que es el primer centro chileno en incorporarse a la Red de Desarrollo Sustentable para Naciones Unidas.