SANTIAGO.- Tras el IPC de junio mayor al esperado por los analistas, el mercado enfatizó la "pronunciada alza" que tuvo la inflación sin considerar la división de los alimentos y la energía, que varió 0,4% en el sexto mes del año.
Sin embargo, distintas proyecciones coinciden en que estas variaciones son estacionales y que deberían moderarse el resto del año.
El Banco Santander afirmó que "si bien la inflación del mes estuvo caracterizada por alzas puntuales en ciertas divisiones, las que deberían tender a ceder, esto sería un proceso gradual".
De esta manera, espera que el IPC de julio sea de 0,2% y al cierre de año será de 3,5%, por las medidas subyacentes de la inflación, la depreciación del tipo de cambio y ciertos riesgos en alimentos debido a la sequías.
Mientras que BCI Estudios recalcó que los "riesgos inflacionarios aún permanecen en el horizonte ante la reciente depreciación cambiaria", pero que el "IPC de junio estuvo impulsado por factores transitorios y una potencial reversión de estos productos alcistas en adelante moderaría parte de las presiones inflacionarias, en un contexto de débil demanda interna".
Eso sí, ambas entidades coinciden que el aumento mayor al esperado del IPC vuelve a ubicar a la inflación a doce meses por encima del rango meta del Banco Central y reafirma una de las preocupaciones que reflejó en la última minuta de Reunión de Política Monetaria (RPM).
Con esto, Santander y Credicorp Capital esperan que la tasa de interés se mantenga en 3% por el resto del año.
"Si bien la demanda privada se encuentra bastante desacelerada, estimamos que esto se debe a una baja de las expectativas locales más
que al nivel de las tasas de interés, por lo que la política monetaria
ya habría hecho su parte para amortiguar el ciclo económico", comentó Credicorp Capital.