ATENAS.- Desde primeras horas de esta mañana, miles de jubilados y desempleados hicieron colas hoy fuera de los bancos griegos para cobrar parte de sus pensiones y subsidios, después de que el Gobierno decretara anoche la segunda prórroga del corralito impuesto hace once días.
Alrededor de mil sucursales bancarias volvieron a abrir hoy para abonar parte de las pensiones y el paro a aquellos que solo tienen cartilla, permitiéndoles retirar un máximo de 120 euros ($86.000) para toda la semana.
Lo mismo sucedió durante la anterior y podría seguir así hasta que dure el cierre de bancos, que previsiblemente volverán a abrir el martes.
Los pensionados y cesantes que dispongan de tarjeta pueden retirar en cajeros automáticos los 60 euros diarios ($43.000) que rigen para el resto de la población, así como hacer todo tipo de pagos en comercios, gasolineras o establecimientos que las acepten.
Aun así, debida a la aguda crisis de liquidez por la que pasa el sistema bancario griego, en muchos de los cajeros, en los que se siguen registrando largas colas diarias, es técnicamente imposible retirar los 60 euros permitidos, ya que algunas de las máquinas ya no disponen de billetes de veinte, y dispensan solo de cincuenta.
Las restricciones ya han empezado a afectar en la economía griega, no sólo por las incomodidades cotidianas como por los problemas en el funcionamiento de la industria y en el sector importador y exportador.
Muchos trabajadores de fábricas y servicios han recibido durante esta semana excedencias forzadas, sin cobrar su sueldo, por falta de trabajo, y cada vez acecha más el miedo a la escasez en los supermercados, hecho que el Ministerio de Economía ha desmentido en un comunicado.
Asimismo, permanece la prohibición de todas las transacciones de dinero al extranjero y solo quedan excluidos los pagos para las importaciones de productos de primera necesidad, que pasan por una comisión que debe aprobarlas.
