ATENAS.- Mientras los griegos esperan el mejor resultado de la crisis que sacude al país, las pequeñas empresas se preparan para lo peor.
Grecia tiene uno de los porcentajes más altos de Europa de pequeñas empresas y personas que trabajan en forma autónoma. El 35% de la población activa corresponde a trabajadores independientes y más del 60% de las empresas de servicios tiene menos de diez empleados, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Las compañías más grandes de Grecia suelen tener cuentas en el exterior que no se ven afectadas por el límite de extracción. Son las pequeñas empresas, columna vertebral del comercio, las que viven al día en tanto se profundiza el enfrentamiento del gobierno con la región euro.
Maria Iliadou tiene una franquicia de la cadena Goody’s Burger House en Tesalónica y explica que los proveedores que cobraban a través de la banca electrónica están pidiendo efectivo para julio. Tras dos semanas de controles de capital y sin bancos, dijo que tendrá que cerrar a fin de mes si no puede acceder a su cuenta.
“Yo, y quienes como yo tienen una empresa o un puesto en el sector privado, tienen dudas de que se llegue a un acuerdo y están preocupados por el tiempo que se pierde todos los días”, señalo la pequeña empresaria de 37 años.
Hay pocos indicios de progreso. El primer ministro Alexis Tsipras tiene plazo hasta el domingo para presentar a los dirigentes europeos una propuesta de reformas económicas que permitan a Grecia permanecer en el euro.
En el referéndum del último fin de semana, el 61% del electorado apoyó su decisión de decirle que no a la austeridad. Ahora está previsto mantener los controles de capital, el cierre de los bancos y el límite de extracción diaria de 60 euros (US$ 66) en los cajeros automáticos hasta el jueves como mínimo.