ATENAS.- El Parlamento griego inició este jueves el debate en comisiones sobre el tercer programa de rescate acordado entre el gobierno griego y sus instituciones acreedoras, que culminará con una votación esta medianoche.
El pacto, alcanzado el martes tras una maratónica sesión de negociaciones que se extendió más de veinte horas, debe ser aprobado por la Cámara antes de que el viernes se reúnan los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona para dar su aval al programa.
La mesa del Parlamento decidió en una reunión que terminó de madrugada reabrir la Cámara -en periodo vacacional- tras la polémica que siguió a la petición del primer ministro, Alexis Tsipras, de que el procedimiento se iniciase ya este miércoles.
El martes Tsipras pidió por escrito a la presidenta del Parlamento, Zoé Konstandopulu, que el debate comenzase al día siguiente ante la urgencia de votar el proyecto antes del viernes, pero se encontró con la negativa de ésta, que retrasó hasta hoy el inicio.
Se prevé que las comisiones parlamentarias se alarguen hasta la tarde, cuando empezará el pleno que finalizará con la votación entrada ya la madrugada.
En una entrevista en la televisión pública griega, el viceprimer ministro, Yanis Dragasakis, afirmó que el acuerdo incluye medidas muy duras con las que el gobierno no está de acuerdo, pero hizo hincapié en que su aplicación puede servir para el crecimiento de la economía.
Destacó que el Ejecutivo ha previsto la creación de medidas equivalentes para paliar reformas, como el aumento del IVA en las islas, que gozan de un tipo reducido, o la eliminación de las exenciones fiscales de los agricultores, reformas que reconoció que agravarán la recesión en los próximos ocho o nueve meses.
"El acuerdo, a pesar de la parte negativa, puede ser un puente para pasar de la recesión al crecimiento y superar la austeridad", subrayó y añadió que sirve para "eliminar el riesgo de un 'grexit' (salida de Grecia del euro)".
El proyecto de ley incluye, además del programa de rescate, un paquete de 35 medidas previas que el Parlamento debe aprobar.
El rescate, en caso de obtener definitivamente la aprobación de los socios de la eurozona, fija las medidas que tendrá que tomar el gobierno heleno a cambio de 86.000 millones de euros de la eurozona hasta 2018.
Se trata de rigurosas reformas en cuestiones tan sensibles como las pensiones, exenciones a agricultores y privatizaciones, pero a la vez se persigue darle al programa una dimensión social.
Atenas adoptará en marzo próximo medidas para apoyar la creación de empleo para 150.000 personas junto con políticas activas de empleo.
En la reforma tributaria y la lucha contra el fraude, además de la reforma del IVA ya legislada en julio, Grecia se compromete a no introducir nuevas amnistías o aplazamientos para los deudores.
El acuerdo prevé la creación de un nuevo fondo de privatizaciones radicado en Grecia y bajo supervisión de las instituciones europeas, que deberá acumular activos por valor de 50.000 millones de euros, la mitad de ellos para la recapitalización de la banca.