PARÍS.- Francia trata de confirmar, con ayuda de los servicios secretos de otros países, el perfil del "terrorista"
que ayer hirió de gravedad a dos hombres en un tren Thalys Amsterdam-París antes de ser reducido por los pasajeros, y que puede ser un integrista islámico fichado primero en España.
"Hay que ser prudente sobre su identidad, que no está todavía establecida con certidumbre", señaló el ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve.
Al ser arrestado por la policía en la estación de Arras, donde fue desviado el tren tras el incidente, el tirador dijo ser Ayoub El-Kahzzani, marroquí de 26 años sobre el que España había advertido a Francia en febrero de 2014 de que era un islamista radical.
El ministro precisó a la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) le registró en sus archivos con una ficha "S", de personas con vinculaciones potenciales con grupos terroristas, para el caso de que entrara en Francia.
Insistió en que lo que está demostrado es que vivió en España hasta 2014 y que en 2015 se le situaba en Bélgica, razón que justifica también la investigación abierta por la Fiscalía federal de ese país.
En cuanto a las informaciones publicadas en España sobre el hecho de que también había residido en Francia o sobre su paso por Siria, su alusión fue indirecta: serán los investigadores, en coordinación con los servicios secretos y policiales de otros países europeos, los que tendrán que establecer "el recorrido y los desplazamientos de este terrorista".
El sospechoso fue trasladado la pasada madrugada desde Arras a la sede de la Subdirección Antiterrorista de la Policía (Sdat) en Levallois-Perret, en las afueras de París, para seguir con los interrogatorios, que pueden prolongarse hasta el martes por la tarde antes de ser presentado ante un juez con vistas a su imputación.
En los primeros interrogatorios, afirmó que no es un terrorista, y que su intención en el Thalys era robar, según el canal "BFM TV". Además, ha declarado que lo que pretendía era atracar a los pasajeros del tren, al que se subió en Bruselas y que ya sólo tenía otra parada en su destino final, París.
Además, también ha pretendido convencer a los agentes de que las armas (subió al tren con una bolsa de deporte en cuyo interior había un fusil kalashnikov con nueve cargadores llenos, una pistola automática con un cargador y un cúter) se las había encontrado de forma fortuita en un parque de Bruselas.
Según el relato de Cazeneuve, un pasajero francés que iba al baño de su vagón se dio de bruces con el agresor que salía con su kalashnikov. Intentó neutralizarlo pero disparó. Entonces intervinieron unos militares estadounidenses que forcejearon con él hasta desarmarlo, neutralizarlo en el suelo y atarlo.
En el forcejeo, uno de ellos resultó herido de arma blanca y otro pasajero, un franco-estadounidense, recibió una bala perdida en el cuello y fue trasladado más tarde en helicóptero a un hospital de Lille.
La vida de estos dos heridos graves no corre peligro hoy, tranquilizó el ministro francés, que rindió homenaje al "comportamiento de gran valor" que demostraron tanto el pasajero francés que se topó en primer lugar con el presunto terrorista -se sabe que tiene 28 años y reside en Holanda-, como los dos militares estadounidenses que acabaron por reducirlo.
