SHANGHAI.- La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV) anunció este miércoles que desde este verano ha impuesto multas por valor de 4,47 millones de dólares por ocho casos diferentes de comercio ilícito de acciones en los parqués chinos.
En julio pasado, cuando las bolsas chinas sufrieron su primera racha de desplomes de este verano, que llegó a alargarse durante cuatro semanas consecutivas en las que los mercados chinos llegaron a perder un tercio de su valor, Beijing puso en marcha una extensa batería de medidas para contener la sangría.
Entre ellas, la CRMV, que emprendió, junto con el Ministerio de Seguridad Pública (policía), una campaña de investigaciones contra "manipulaciones ilícitas del mercado", lo que puso freno a los desplomes de julio, prohibió también a los grandes accionistas que se deshicieran de sus títulos al menos entre julio y diciembre.
La medida fue ignorada por, al menos, cuatro inversores individuales, cinco instituciones financieras y ocho altos directivos de distintas firmas, que se han visto implicados en esos ocho casos de lo que el regulador considera irregularidades bursátiles.
"Su comportamiento interrumpió seriamente el orden en el mercado y dañó enormemente la confianza de los inversores". alegó hoy la CRMV al anunciar las multas.
Las bolsas chinas, Shanghai y Shenzhen, se encuentran entre las más volátiles del mundo, dado que son especialmente vulnerables a los rumores e incluso el pánico entre sus accionistas, 90 millones de los cuales son inversores individuales, muchos sin conocimientos financieros, que han volcado sus ahorros en la renta variable.
Tras el pánico y los desplomes de varias semanas en julio y agosto, lo que llegó incluso a lastrar a los demás parqués mundiales, a pesar de que la inversión extranjera en los parqués chinos está muy limitada, Beijing está estudiando también cómo reducir el alto grado de apalancamiento de sus mercados bursátiles.
Antes de que las bolsas chinas vivieran sus primeras cuatro semanas de desplomes consecutivos en julio, una larga racha alcista que parecía imparable a los inversores hizo que muchos, sobre todo desde finales de 2014, se endeudaran para aumentar sus inversiones en bolsa, al igual que sus corredoras para darles financiación.
Entretanto, el ministerio de Finanzas empezó a recortar a principios de septiembre las tasas que los inversores pagan por los dividendos recibidos de las firmas cotizadas, para fomentar las inversiones a largo plazo y contribuir a reducir los movimientos especulativos.