SANTIAGO.- La calificadora Fitch Ratings señaló que el Presupuesto 2016 para Chile destaca las fortalezas fiscales y el creciente desafío presentado por un crecimiento más lento y mayores demandas sociales.
"Esto es ampliamente neutral para el perfil crediticio soberano de Chile y está en consonancia con el IDR de Chile de `A + ` con perspectiva `estable`, que se apoya en sólidas finanzas públicas", señaló.
Además, indicó que las actualizadas previsiones fiscales del presupuesto anunciadas en los últimos días para preservar el equilibrio fiscal amortiguan los avances en los objetivos de gasto social.
La agencia destacó que el aumento del 4,4% en el gasto real superará el crecimiento del PIB real en 2016, el cual Fitch pronostica en 2,7%, debido a los compromisos para financiar iniciativas de educación y salud con ingresos provenientes de la reforma tributaria del año pasado.
Sin embargo, precisó que es una moderación significativa en relación al aumento del año pasado en un 9,8%, reflejando el deseo de las autoridades para preservar amortiguadores fiscales en una económica estructural lenta.
Una deuda pública baja (15,1% del PIB el año pasado) y amortiguadores en tesorería considerables ( l Fondo de Estabilización Económica y Social asciende a alrededor del 6% del PIB) dan espacio fiscal para evitar mayores ajustes fiscales procíclicos y adaptar las finanzas públicas, poco a poco, a un entorno de crecimiento más lento, apuntó. En este sentido, agregó que los nuevos ingresos provenientes de la reforma fiscal han ayudado en el corto plazo a limitar el deterioro fiscal, con un presupuesto de 2016 con una previsión de déficit del 3,2 % del PIB, casi sin cambios respecto de 2015 proyectado 3,3% de déficit.
No obstante, agregó que el crecimiento lento y la continua debilidad en los precios del cobre han creado un equilibrio más difícil entre los objetivos de consolidación fiscal y los objetivos de gasto social.
En este sentido, recalcó que el Gobierno ha dicho que no va a alcanzar su objetivo original de un presupuesto estructuralmente equilibrado en 2018 y agregó que el nuevo objetivo de reducir los déficits estructurales en 0,25 puntos porcentuales del PIB por año es "factible", tras la reforma fiscal y podría frenar el aumento de los niveles de deuda pública (que debe seguir siendo de las más bajas en la categoría de calificación "A").
"El historial de Chile de la responsabilidad fiscal sugiere que las autoridades pueden mantener la consolidación. Sin embargo, Chile se enfrenta a una prueba más difícil con un crecimiento más débil y el aumento de las demandas sociales; y la respuesta política de las autoridades será el importante conductor del panorama fiscal de mediano plazo", concluyó Fitch Ratings.