SANTIAGO.- Aunque hay muchos áreas que determinan el nivel de felicidad de las personas, como los vínculos con la familia y amigos y la satisfacción laboral, un estudio reveló que los discursos relacionados con este sentimiento varia dependiendo de las condiciones sociales de los individuos.
Según el Tercer Barómetro de la Felicidad, realizado por el Instituto de Sociología de la Universidad Católica y el Instituto de la Felicidad de Coca-Cola, un 43% de los encuestados afirmó que "cualquiera puede ser feliz en este país" y un 33% opinó que "depende de la situación en que se nace".
Sin embargo, la percepción de movilidad social de los entrevistados respecto de sus padres aparece como un determinante significativo en la percepción de felicidad. Al respecto, un 61% de las personas declara haber ascendido al menos un peldaño.
Quienes perciben que ascendieron reportan en promedio 7,7 puntos de satisfacción vital, en una escala de 1 a 10. Por el contrario, quienes dicen haber descendido declaran 6,9 puntos en la misma pregunta.
Pero no sólo la percepción de movilidad pasada es relevante en este aspecto, las aspiraciones de movilidad futura son igualmente importantes.
Las expectativas de movilidad ascendente respecto de los hijos, alcanzan al 77% de la muestra, porcentaje que es relativamente similar entre hombres y mujeres, y por nivel socioeconómico.
Sin embargo, si se considera la magnitud del salto al que se aspira, la expectativa es mayor en los sectores de menores ingresos. Mientras un 76% del estrato bajo espera que sus hijos asciendan en promedio tres posiciones en una escala de 1 a 10, en el caso de los sectores medios y altos, esta cifra baja a 2,9 y 2,4 lugares.
En otros aspectos, el barómetro reveló que en términos de los vínculos sociales los chilenos cuentan con redes cercanas, constituidas en un 46% por amigos y un 43% por parentesco (incluyendo pareja), un 6% por colegas de trabajo y un 5% vecinos.
En cuanto a los compañeros de trabajo, los chilenos entienden esos lazos como funcionales, lo cual se ve reflejado en un leve aumento de la desconfianza respecto del estudio anterior de 4 puntos porcentuales para quienes dijeron confiar poco o nada. Dentro del 65% de los que dicen trabajar en equipo, un 83% dice confiar algo o completamente en ellos.