PARIS.- El presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Enrique García, consideró hoy que, ante el reto de la nueva fase económica marcada por precios bajos de las materias primas, para Latinoamérica "la integración regional no es un lujo, es una necesidad".
García, que reconoció que la integración pasa por los peores momentos de los últimos años, justificó la importancia de ese proceso teniendo en cuenta el peso que ha cobrado China en las relaciones comerciales de los países latinoamericanos, en una conferencia en París organizada por Sciences Po y el propio CAF.
"Tiene que haber una relación más simétrica" con China y que no se base sólo en materias primas.
García hizo hincapié en la conveniencia de modificar ese modelo de desarrollo que ha dominado durante una decena de años y señaló que este año globalmente la economía latinoamericana caerá en torno al 0,5% cuando para converger con el mundo rico tendría que progresar durante un cuarto de siglo a un ritmo no inferior al 4-5%.
En esa misma mesa redonda sobre las tendencias de la economía mundial para América Latina, el antiguo secretario general iberoamericano y ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Enrique Iglesias se mostró en favor de avanzar en la integración regional con "acuerdos parciales".
Iglesias recordó que Mercosur "fue un sueño importante", pero "se nos fue la mano al poner objetivos demasiado ambiciosos" tomando como referente lo que se había hecho en la Unión Europea.
A su juicio, lo primero que hace falta para que tenga éxito es "un compromiso político", pero también implicar a las grandes empresas, hacer de las infraestructuras un factor para esa integración y darse cuenta de la relevancia de los bienes intermedios, que tienen ahora un peso mayoritario en el comercio internacional.
El ex ministro colombiano de Hacienda y profesor de la Universidad de Columbia José Antonio Ocampo lamentó que la integración latinoamericana atraviese "una de las peores crisis" de la historia, sobre todo porque el flujo comercial entre Venezuela y Colombia "está en ruinas", y entre Brasil y Argentina afectado por el proteccionismo de este último país.
Ocampo también dijo que aunque la Alianza para el Pacífico "genera una oportunidad (...) y al mismo tiempo divide".