SANTIAGO.- Enfrentados a crecientes pérdidas, los productores chilenos de salmón están haciendo algo que raramente hacen quienes producen materias primas: le piden al gobierno que los ayude a achicarse.
El sector, que iba camino a desafiar a Noruega como principal productor antes de que un virus devastara sus existencias en 2008, está una vez más produciendo demasiado, indicó Víctor Hugo Puchi, controlador de la mayor empresa productora local AquaChile y director de la asociación nacional de salmones.
Como los bajos precios y la producción intensiva erosionan los márgenes, esto eleva el costo de la prevención de enfermedades, y entonces las autoridades son las únicas que pueden ayudarnos "con una regulación que acote las libertades individuales", sostuvo.
"Lo que perdamos en valor por un menor volumen de producción lo vamos a sobrecompensar por un mayor precio promedio y una mayor estabilidad", dijo Puchi, en una entrevista en Santiago.
"Ojalá consigamos esto con el soporte del Gobierno, que es el único que puede administrar una situación así", advirtió.
El sector ve un gran aumento en el uso de productos farmacéuticos para controlar la salud de los peces cuando la producción del salmón atlántico sube por encima de las 600.000 o 650.000 toneladas al año, agregó el empresario.
Actualmente produce cerca de 800.000 toneladas y tiene licencias para cerca de 2 millones. La presión bajo la cual están las compañías locales puede verse en el hecho de que usan mucho más antibióticos que sus contrapartes en Noruega.
Pérdida récord
La producción chilena de salmón se disparó en la década de 1990 cuando grupos de negocios noruegos y locales descubrieron condiciones óptimas para las granjas de salmón en más de 1.609 kilómetros de línea de la costa punteada de fiordos y ensenadas.
Puchi:
"lo que perdamos en valor por un menor volumen de producción lo vamos a sobrecompensar por un mayor precio promedio y una mayor estabilidad"
Luego, un brote de anemia infecciosa del salmón (ISA, por su sigla en inglés) diezmó las existencias y los proveedores perdieron contratos entre compradores como Wal-Mart Stores Inc. Esto llevó a reglamentaciones más estrictas, inclusive a la ampliación de las distancias entre los criaderos.
Aunque el sector recuperó una capacidad cercana al máximo el año pasado, las granjas, incluida AquaChile, están perdiendo dinero nuevamente a medida que los precios caen. El productor con sede en Puerto Montt, registró una pérdida de US$ 35,5 millones en el segundo trimestre, la mayor desde que sus acciones cotizan en bolsa.
Como Noruega tiene prohibido venderle salmón a Rusia, el país escandinavo aumentó la oferta en otros mercados en los que Chile compite, aseguró Puchi. Al mismo tiempo, el dólar estadounidense en alza eleva los costos, contrarrestando los aumentos de los ingresos, agregó.
Los males se agravaron este año cuando Costco empezó a comercializar salmón libre de antibióticos, algo que está más allá del alcance del sector chileno por razones climáticas, dijo el ejecutivo.
Campaña de Estados Unidos
Mientras los productores trabajan con el gobierno en una campaña para mejorar su imagen con los retailers de Estados Unidos, una reducción de la producción, según Puchi, también ayudaría a contener los costos asociados con temas sanitarios.
"Sentimos que un camino mas seguro es bajar el volumen de producción evitando la presión que hacemos sobre el sistema medioambiental y sanitario", señaló.
"Con estas externalidades en economía el único que es capaz de hacerlo es el estado con una regulación que acote las libertades individuales en función de una situación biológica y capacidad de carga del océano, y eso es lo que han hecho todos los otros países", puntualizó.