SANTIAGO.- Con el desierto más árido y seco del mundo, el de Atacama, Chile es una de las zonas del planeta con mayor potencial para la energía solar. Pero como la tecnología se creó en otras latitudes, no es la más adecuada para aprovechar dicha riqueza. Para subsanar esa deficiencia, las empresas Cintac, del grupo acerero CAP; BBosch, de la familia de igual nombre, así como la tecnológica Axys, formaron un consorcio para producir equipos de centrales solares adaptadas al hábitat chileno.
Este grupo trabaja en conjunto con Corfo y el International Solar Energy (ISC) de Konstanz, Alemania, para explotar el potencial del país en esta energía. También negocian con una compañía italiana para que fabrique paneles adecuados al contexto chileno, de más radiación y menos humedad que en Australia, el sur de Europa o el suroeste de Estados Unidos, que es de donde proviene la tecnología hoy disponible.
Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de Corfo, explica a
"El Mercurio" que el objetivo es desarrollar una industria para abastecer al país y que también pueda exportar la tecnología a otras regiones con clima y desafíos similares a Chile. Por su potencial, esta iniciativa tiene el estatus de "Programa Estratégico" y es monitoreada desde Europa por el destacado ejecutivo chileno Juan Rada, ex vicepresidente mundial de Oracle.
Álvaro Urzúa, gerente general de Axys, sostiene que el producto generado permitirá que Chile tenga en el mediano plazo "una oferta exportadora de alto valor agregado y sofisticación tecnológica, posicionándonos como fabricantes de equipos y sistemas de manejo de potencia para energías renovables".
Urzúa señala que Axys busca con este proyecto convertirse en productor global de sistemas tecnológicos sofisticados y eficientes para la generación de energía solar fotovoltaica.
A nivel país, la meta de Corfo a 10 años es contar con 3.200 megawatts (MW) instalados de tecnología solar en Chile, el 10% de la energía que requiere el sistema, lo que supone US$ 9 mil millones de inversión y la posibilidad de que casas e industrias puedan autogenerar unos 250 MW. En términos de empleo, de desarrollar este sector, se podría dar trabajo a 45 mil personas, destaca Bitran. De acuerdo al gerente general de Axys, esta energía puede crecer en las próximas décadas a tasas de 25% al año.
Según cálculos del Gobierno, el costo de generación con esta tecnología pasaría de US$ 60 por MW/h a US$ 25 MW/h al 2025, una baja de 58%, logrando la meta del Ministerio de Energía de reducir las cuentas de luz a los niveles más bajos de la OCDE y cumplir las metas de reducción de emisiones.
De acuerdo a Bitran, ya en tres años más -2018- se registrarían bajas sustantivas de precio, llegando a US$ 45 por MW/h.
Como en 2025 ya habrá integración entre los sistemas eléctricos del Norte Grande (SING) y Central (SIC), esta tecnología podrá complementarse con la hidroelectricidad, dice Bitran.
Uno de los desafíos es cómo generar la mayor cantidad de horas, ya que el sol en el Norte Grande suministra radiación de 8:00 de la mañana a las 18:00 horas, aunque la demanda -el 90% del consumo de la zona va a las mineras- es estable a lo largo del día, mientras que en la zona central los peak de consumo son al final de la tarde y hacia las 20:00 horas. Una opción, explica Bitran, es que en el día se abastezca el sistema con energía solar, pero que después de las 18:00 horas se utilice hidroelectricidad