SANTIAGO.- La tasa de desempleo cercana al 6% ha dado sorpresas al mercado en los últimos meses, demostrando que la desaceleración económica poco o nada ha tocado los puestos de trabajo de las personas.
Las autoridades, tanto de Gobierno como del Banco Central, le han llamado "resiliente" al mercado laboral que está con un nivel de cesantía no muy distante al 5,7% de 2013, la mejor tasa de desempleo registrada en el país desde que comenzó a operar la nueva encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas en 2010.
"¿Por qué se mantiene el desempleo si estamos creciendo tan poco? Tiene mucho que ver con la encuesta, en la que es muy fácil quedar como 'ocupado'", afirma Juan Bravo, investigador del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la Universidad Católica, quienes determinaron que la cesantía sí ha impactado a la población más vulnerable.
"La semana pasada, es decir, entre lunes y domingo, ¿trabajó por lo menos una hora?" es la pregunta central del sondeo que determina el nivel de ocupación de las personas que causó fuertes polémicas cuando se estrenó la encuesta hace seis años y durante el Gobierno de Sebastián Piñera.
Bravo afirma que esta pregunta representó un "cambio radical" en comparación a la anterior, que apuntaba a "¿usted qué hizo la mayor parte de la semana pasada?".
"Por eso la pregunta reaccionaba mucho más ante una desaceleración. Con la encuesta actual, la situación tiene que ser de recesión para que empiece a subir la tasa de desempleo a niveles más altos", explica el académico y sostiene que si bien la encuesta cumple con el estándar de los países de la OCDE, no es aplicada de la misma manera.
"La encuesta da para mucho. Ya no basta con analizar la tasa de desempleo, para eso hay que analizar otros datos, como la creación de empleos", sostiene.
Las más afectadas con esas pérdidas de trabajo fueron personas entre 20 y 29 años, y entre 50 y 59 años.
Esta población se vio mayormente beneficiada por la creación de empleos por cuenta propia (43.614), principalmente por trabajos en la calle, como vendedores ambulantes. Mientras que en los trabajadores con educación superior completa se destruyeron más de tres mil puestos por cuenta propia y aumentaron en asalariados públicos y privados.
"Los empleos los están adquiriendo personas con educación superior completa y el resto, la única manera en que han logrado paliar esta destrucción de empleo es autoemplearse o haciendo trabajos por cuenta propia. De esos, prácticamente nadie tiene protección social. Documentamos que los ingresos de las personas con empleo por cuenta propia, sin educación superior completa, son de $120.408, menor que un sueldo mínimo", explica Bravo.