TOKIO.- Mitsubishi Motors reveló este miércoles que la manipulación de los datos sobre eficiencia energética de varios de sus modelos tuvo un impacto económico negativo de 19.100 millones de yenes (unos US$172 millones) en sus resultados de 2015.
La compañía estimó "una parte" del impacto que ha generado este incidente, en el que ha incluido las compensaciones que la empresa habrá de pagar a los compradores de los vehículos afectados, según explicó hoy en un comunicado.
El fabricante japonés recalculó sus resultados consolidados teniendo en cuenta este impacto y revisó a la baja las ganancias que obtuvo durante 2015.
Así, su beneficio neto del pasado ejercicio fiscal nipón (que finalizó el pasado 31 de marzo) queda reducido a 72.575 millones de yenes (US$657 millones), frente a los 80.100 millones de yenes (US$726 millones) que reportó en la presentación de sus resultados anuales el 27 de abril, según recoge el documento.
Esto supone que el beneficio neto del fabricante nipón se redujo un 38,6% el año pasado, comparado con el 25% inicialmente anunciado.
En el curso de sus investigaciones para determinar el alcance del escándalo, la compañía ha reconocido que estas prácticas se han extendido a otros modelos y que, además, había empleado métodos
para testar la eficiencia energética de sus vehículos con estándares que Japón no da por válidos desde 1991.
Como resultado, estas unidades fueron vendidos bajo la falsa garantía de que su consumo -una de las facetas que permite a los minivehículos ser competitivos y que les permite estar sujeto a ciertas ayudas públicas- era entre un 5 y un 10% más eficiente de lo que en realidad es.
Este nuevo escándalo del sector llevó a Mitsubishi Motors y su competidor Nissan Motor a firmar a mediados de este mes una alianza que pondrá en sus manos el 34% de las participaciones de la primera, que permitirá a Mitsubishi fortalecer sus finanzas.