SANTIAGO.- "Para el 2017, la menor velocidad inicial, en un contexto de mayores riesgos y niveles de confianza que siguen siendo marcadamente pesimistas, hacen prever que la actividad demorará algo más en lograr tasas de crecimiento cercanas a su potencial".
Esta es una de las conclusiones que vienen expuestas en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, que fue entregado este lunes por el Banco Central.
En el documento, el instituto emisor puso la nota de cautela respecto de la expansión del PIB de Chile tanto para este y el próximo año. La entidad finalmente proyecta que este año la economía local se expandirá un modesto 1,5%, ubicándolo en la parte más baja del rango de proyección realizada en el IPoM de septiembre. Mientras que para el próximo año, el Banco Central bajó la estimación desde un rango de 1,75-2,75 hasta uno entre 1,5%-2,5%.
"Los fundamentos de un mayor crecimiento para el próximo año están en que la economía no presenta desbalances, que el sector minero no repetirá las fuertes caídas de años previos y que la inversión mostrará un aumento de tres años seguidos de caídas anuales. El efecto de estos cambios será más evidente en la segunda mitad del año", indica el IPoM.
Respecto de la inflación, el Banco Central prevé que seguirá descendiendo, ubicándose por debajo de 3% durante gran parte de 2017, y en torno a ese valor el resto del horizonte de proyección (dos años). Así, este 2016 terminaría con un IPC a diciembre de 2,9%, lejos del 3,5% proyectado en el informe de septiembre. Mientras que para el próximo año la inflación a doce meses se ubicará también en 2,9%, cifra inferior al 3,1% estimado en el informe anterior.
En el menor nivel de precios incidirá "la importante reducción de la inflación de tendencia (IPC sin alimentos y energía – IPC SAE) explicada por distintos elementos. Por un lado, la trayectoria del tipo de cambio contribuyendo a la reducción de la inflación de viene importados. Por otro, se espera que la inflación de servicios siga descendiendo gradualmente, más allá de los efectos que por una sola vez tendrán la salida de la base de comparación del aumento del impuesto de timbres y estampillas en enero de 2016".
Asimismo, se prevé que la inflación de energía y alimentos aumente, "contrapesando en parte los efectos sobre el IPC total de los elementos mencionados".
Principales riesgos
El IPoM de diciembre indica que los eventos del último tiempo han ampliado los riesgos, entre los que destaca, la incertidumbre sobre la "dirección de los impactos, el monto y la temporalidad que podría tener el anunciado paquete fiscal que adoptará la nueva administración estadounidense".
"El panorama de inflación en EE.UU. también ofrece riesgos, pues podría precipitar un comportamiento más agresivo de la Fed. Se suma el efecto que puedan tener las posibles medidas de corte proteccionista en el comercio y la actividad mundial", añade.
Además contempla el tema de cómo se resolverá el proceso en que el Reino Unido abandone la Unión Europea y donde varias economías importantes del Viejo Continente preparan procesos eleccionarios. Se suma a esto las dudas sobre la salud de parte de la banca europea.
Los riesgos contenidos en el IPoM También, dan cuenta de condiciones financieras para el mundo emergente menos favorables y existe el riesgo de un deterioro más pronunciado.
"En China, si bien la actividad se ha estabilizado, los riesgos siguen presentes, especialmente los de su sistema financiero, que podría verse estresado ante un mayor deterioro de las condiciones financieras. En América Latina todavía hay economías en las que se requieren ajustes y otras que están en un proceso de cambios que puede generar turbulencias", sostuvo.
Cobre y TPM
Las proyecciones del escenario base del informe consideran precios de US$2,35 y 2,40 para el cobre el 2017 y el 2018, respectivamente. Esto, en línea con las proyecciones de analistas y con un entorno marcado por la apreciación del dólar y por mayores tasas de interés.
El precio del petróleo se espera sea algo mayor que lo previsto en septiembre, promediando en torno a US$55 el barril el 2017-2018. Asimismo, las proyecciones de crecimiento mundial y de los socios comerciales no muestran cambios en el agregado y apuntan a expansiones crecientes para el 2017 y el 2018.
Respecto de la TPM, el escenario base utiliza como supuesto de trabajo que esta seguirá una trayectoria comparable a la que incorporan las distintas medidas de expectativas. "Con esto, se asegura que la política monetaria continuará siendo expansiva a lo largo del horizonte de proyección".