SANTIAGO.- Un análisis reciente del Fondo Monetario Internacional, concluyó que en Chile "seguir adelante con reformas que mejoren las prácticas comerciales incrementará la productividad y el producto".
Así, el economista jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Metodij Hadzi-Vaskov, sostuvo en el informe que "si el país elimina en cinco años su brecha estructural con respecto al desempeño del percentil 25 de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), su producto se incrementaría en hasta 6% y, a su vez, se podría obtener una pequeña mejora fiscal acumulada neta".
En ese sentido, hizo hincapié en "los sólidos fundamentos económicos" de Chile, además de nombrar su "estabilidad en el entorno institucional" y "la adopción de políticas macroeconómicas acertadas".
"Chile se ha transformado en una de las economías más dinámicas de la región", aseguró. "Por consiguiente, medido en función de varios indicadores estructurales, como la calidad de la infraestructura, el acceso a electricidad y el grado de capacitación laboral, el desempeño de Chile suele ser superior al de otros países en América Latina".
De todas formas, aseveró que "gracias a la aplicación de políticas económicas prudentes a lo largo de los años, Chile ha mantenido una economía sólida y estable. No obstante, el país podría hacer más para mejorar el entorno de negocios y respaldar el crecimiento".
Y en ese sentido, el FMI apuntó que "las reformas estructurales que ayudarán a Chile a subir en las clasificaciones y subsanar las deficiencias de política se centran en las normas y medidas que más fomentan la productividad y el crecimiento. Por lo tanto, si el país lograra cerrar estas brechas con respecto a otros países de la OCDE, obtendría beneficios económicos sustanciales".
"El camino hacia adelante"
Para el economista y el organismo, hay cuatro ámbitos en los que las política económicas podrían ayudar a Chile a subsanar sus deficiencias de política respecto al percentil 25 de la OCDE y que, además, reportarían mayores dividendos de crecimiento.
1.- Simplificar el régimen de licencias y la regulación empresarial de manera integral. La entidad internacional nombra este punto como "la tarea más importante" y explica que agilizaría los procedimientos de licencias y permisos y mejoraría la coordinación entre las diferentes instituciones fiscalizadores. Además, requeriría "una menor participación de notarios en muchos trámites a fin de reducir las demoras y los costos para las empresas".
"Encontramos que en la escala de desempeño Chile no solo se encuentra en un puesto alejado con respecto al país de la OCDE que tiene el mejor desempeño, sino que está a la zaga del percentil 25 de la OCDE si tenemos en cuenta el otorgamiento de licencias y la regulación empresarial, el gasto en investigación y desarrollo (I+D), así como la legislación laboral"
Metodij Hadzi-Vaskov
2.- Seguir incrementando la flexibilidad del mercado laboral. Ello, para ir reduciendo los gastos y los procedimientos de despido, con el objetivo de crear más empleos en el sector formal, y flexibilizando las condiciones que deben cumplir quienes trabajan en los empleos más precarios para tener derecho a prestaciones.
3.- Mejorar las políticas activas de empleo, concretamente, asignando más recursos a programas de capacitación y focalizando estos programas más eficazmente en los trabajadores desempleados más necesitados.
4.- Ampliar la capacidad de innovación y las actividades de investigación y desarrollo, estableciendo incentivos tributarios que estén sujetos a la simplificación de los procedimientos de acreditación, clarificando el régimen de exenciones tributarias y centrando las políticas públicas en las medidas que en el pasado han obtenido los mejores resultados.
Así, a modo de conclusión Hadzi-Vaskov destaca que "basándonos en estimaciones del efecto medio sobre el producto que tuvieron las reformas más típicas en estos cuatro ámbitos en los países de la OCDE, nuestro análisis concluye que el producto podría aumentar 6% en cinco años".
"Aunque estas reformas implican costos fiscales iniciales, estos a la larga se verán plenamente compensados por los beneficios tributarios derivados del efecto positivo de las reformas en el producto, que en un lapso de cinco años podrían arrojar una mejora fiscal acumulada de 0,5% del PIB".
