SANTIAGO.- Más allá de los debates que surgieron tras la Cuenta Pública del Presidente Sebastián Piñera, los anuncios en materia de obras públicas marcaron un nuevo eje al que el Ejecutivo pondrá énfasis en materia económica.
Impulso que esta mañana fue puesto de manifiesto por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, junto a su par de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, quienes anunciaron la llamada "Agenda de Aceleración Económica" que contempla la puesta en marcha y licitaciones de proyectos de inversión por un total de US$1.382 millones. Todo, con el objetivo de "acelerar la economía" del país.
Frente a la nueva apuesta del Gobierno por impulsar la actividad, y en medio de los sinceramiento en torno a las proyecciones del PIB para este año (3% -3,5%), el economista Tomás Izquierdo, opinó que el impacto de echar a andar una agenda fuerte de inversión en infraestructura "difícilmente se verá en el crecimiento de 2019", sino que "se verá más a partir del próximo año".
Así, dentro de sus observaciones en torno a la situación fiscal, el gerente general de Gémines recalcó que "en la medida en que esa inversión sea vía concesiones no necesariamente tiene un impacto negativo en los flujos fiscales. Ahí entonces habría algo favorable".
En esa línea, el economista Juan Pablo Medina comentó que "desde el punto de vista del impulso fiscal que uno puede pensar en estas cosas, obviamente que hay muchos estudios que muestran que inversión en infraestructura puede ser muy favorable versus gasto en fondos del Gobierno en bienes y servicios".
"En materia de infraestructura quisiéramos ver proyectos que son posibles de realizar y que empiecen a hacerse, no solo que se anuncien como flashes de nuevos y nuevos anuncios. Eso termina por deteriorar más las expectativas"
Guillermo Le Fort
De todas formas, el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, advirtió: "Estamos en un contexto que no hay que olvidar que el Gobierno está en un plan de conciliación fiscal (...) Pero puede ser que, dentro de todo, sea una buena estrategia en términos de señal". Al igual que Izquierdo, descartó que la agenda afecte al impulso del PIB de 2019.
Por su parte, Guillermo Le Fort resaltó que los proyectos como los anunciados por el Ejecutivo generan un "efecto keynesiano" para los próximos años que "compensarían la caída de la inversión con inversión asociada a actividades públicas en infraestructura".
Cabe destacar que dentro de la agenda del Gobierno se contempla la aceleración de la construcción de 12 hospitales públicos, concesiones de autopistas, construcción de ciclovías, pasarelas, pavimentación de caminos, nuevos sistemas de agua potable y la extensión del sistema free flow.
El giro de la estrategia para impulsar el crecimiento
Ante los anuncios del Presidente en su Cuenta Pública y frente a la agenda de Hacienda y OO.PP., Izquierdo ve con optimismo el impacto de dicho mensaje en materia de expectativas económicas.
"Nada de esto que estamos mencionando pasa por el Congreso, nada pasa por acuerdos políticos ni por una oposición que está hoy en día disruptiva y difícil. Desde esa perspectiva, yo creo que es inteligente hincarle el diente a esa agenda, aunque el efecto en la actividad misma sea más adelante"
Tomás Izquierdo
"Aquí ha habido un deterioro de expectativas empresariales y si es que se aprueban proyectos, aunque se materialicen a partir del próximo año o incluso más adelante, el solo hecho de que se aprueben ayuda a contender el deterioro de las expectativas", dijo tras la presentación del Grupo de Política Monetaria.
Por su parte, Le Fort prendió un foco de preocupación: "Sería bueno que el Gobierno concentrara su esfuerzo en lograr pasar ciertas materias claves y tratar de lograr acuerdos (en las reformas emblemáticas) aunque lo que se acuerde no sea toda la reforma, pero sería un inicio que podría marcar un camino de base".
Así, frente a la nueva arista con la que el Gobierno buscará acelerar la economía, el economista dijo tener un "problema con la dispersión". Y explicó: "Hay muchas iniciativas distintas que son como flashes de luces que no se conectan mucho al suelo y distraen atención, esfuerzo y al final generan desilusión, porque no se transforman en iniciativas que llegan efectivamente a construirse".
"En materia de infraestructura quisiéramos ver proyectos que son posibles de realizar y que empiecen a hacerse, no solo que se anuncien como flashes de nuevos y nuevos anuncios. Eso termina por deteriorar más las expectativas", advirtió Le Fort.
El "porfiar" del Gobierno con la reforma tributaria
Para Le Fort una cosa es clara en torno a las negociaciones que han habido entre Gobierno y oposición respecto a las reformas emblemáticas: "Es difícil conseguir los acuerdos, pero es importante seguir trabajando en ellos".
Sin embargo, para Izquierdo, "el solo hecho de que la reforma se esté discutiendo durante mucho tiempo genera ruido y si finalmente lo que el Gobierno logre con la oposición para aprobar el proyecto es algo muy distinto, bueno, hay que evaluarlo".
"Si finalmente tratar de aprobar las propuestas emblemáticas, en particular la reforma tributaria, se está haciendo cada vez más engorroso y el nivel de concesiones que hay que hacer es cada vez mayor, a mi juicio empieza a perder sentido"
Tomás Izquierdo
"No creo que sea gratis, desde el punto de vista de las expectativas, mantener abierta esa incertidumbre durante mucho tiempo. Entonces, o se zanja por lo sano y se busca donde hay acuerdos y se hace una mini reforma en torno a cosas que hay acuerdos (...) o finalmente se baja la cortina y nos abocamos a las cosas que sí se pueden manejar y se espera hasta que haya más adelante una mayoría parlamentaria", opinó.
En síntesis, para el gerente de Gémines "prolongar esta situación de 'porfiar' con la integración y con ello compensar con miles de otras cosas que terminan deteriorando el proyecto original, a mi juicio, hace que la reforma pierda sentido".
