El yuan, la divisa china, cayó este lunes a su nivel más bajo en 11 años, en un mercado preocupado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y sus posibles consecuencias para la economía mundial.
Al final de la mañana del lunes en Asia, el yuan valía 7,1425 por dólar, un mínimo desde principios de 2008, aunque se recuperaba un poco de las pérdidas al inicio de la jornada.
La tensión económica mundial se intensificó los últimos días, cuando China y Estados Unidos aumentaron los aranceles a sus respectivas importaciones. El Presidente Donald Trump provocó temor además al ordenar a las empresas estadounidenses buscar alternativas a la producción en China.
El yuan no puede convertirse libremente, al estar estrechamente controlado por el gobierno chino, que limita sus movimientos frente al dólar a una horquilla de 2% por encima o por debajo de una cifra fijada por el Banco Central a diario, para reflejar las tendencias del mercado y controlar la volatilidad.
El Banco Popular de China fue reduciendo esa cifra poco a poco en las últimas semanas, y este lunes la estableció en 7,057 yuanes por dólar.
La depreciación del yuan hace que las exportaciones chinas sean más baratas y compensa en parte el aumento de los aranceles estadounidenses.
"La depreciación del yuan es obviamente un colchón frente a los gravámenes estadounidenses", dijo a Bloomberg news Mitul Kotecha, economista especializado en mercados emergentes del banco Toronto-Dominio.
"Mientras China pueda asegurar que la debilidad del yuan está bien controlada, es decir, que no provoca pérdidas importantes, esperen ver más depreciaciones de la divisa", añadió.
La divisa china superó el umbral de 7 yuanes por dólar a principios de agosto, poco después de que Estados Unidos anunciara su intención de imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas a partir del 1 de septiembre.
Ese movimiento llevó a Washington a tachar a Beijing de "manipulador de divisas".
Los políticos estadounidenses llevan tiempo acusando a China de mantener su divisa baja de forma artificial para aumentar la competitividad de sus fabricantes.
Pero Washington había evitado hasta ahora calificarla de "manipulador", porque eso se veía como una importante escalada de las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del planeta.
En total y desde hace más de un año, China y Estados Unidos se impusieron mutuamente aranceles punitivos sobre más de US$360.000 millones de intercambios anuales.
Después de calificar a China de "manipulador de divisas", la oficina del secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo en un comunicado que este instaría al Fondo Monetario Internacional a "eliminar las ventajas competitivas injustas creadas por las últimas acciones de China".