Bernardo Larraín, presidente de la Sofofa.
El Mercurio
SANTIAGO.- Durante esta jornada, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa)
Bernardo Larraín, se sumó al llamado a la tranquilidad que realizó el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, en medio de la incertidumbre que ha generado en el mercado el naciente proceso constituyente.
Y es que ayer el secretario de Estado afirmó en El Mercurio que había que "dresdramatizar el debate constitucional". Larraín de todas formas reconoció la posibilidad de que durante estos días era probable que algunas inversiones se pudieran frenar.
"Por supuesto que el periodo en que se discute se genera una cierta incertidumbre, porque en ese período los agentes económicos, el pequeño locatario de Puente Alto que tiene que reconstruir su local, o la gran empresa multinacional que tiene que reinvertir, por ejemplo, en reparar locales destruidos, o bien esa empresa minera que está pensando hacer un proyecto minero en Chile, obviamente quiere claridad de cuáles van a ser las reglas de ese proyecto de inversión, y por lo tanto es innegable que genera una cierta incertidumbre, y por lo tanto es innegable que el proceso constituyente puede generar la suspensión de ciertas divisiones de inversión", dijo.
Aunque, de todas maneras, hizo énfasis en que tras este proceso sería el país el que se vería mayormente beneficiado, ya que a la larga tener una constitución "mucho más legítima" traería un impacto "más positivo que el eventual costo a corto plazo".
"Ahora, eso no hay que dramatizarlo, porque por otro lado el resultado del proceso constituyente puede resultar en una Constitución mucho más legítima, que goce de mucha más confianza, y eso creo que tiene un impacto más positivo que el eventual costo de corto plazo de la incertidumbre que va provocar el proceso", dijo.
"O sea -continuó-, si finalmente consensuamos una Constitución que sea la casa de todos, que represente a todos, que goce de alta legitimidad y confianza por parte de la ciudadanía, finalmente Chile va a salir ganando del proceso constituyente y a largo plazo vamos a ver cómo los agentes económicos van a invertir si es que eso se logra".
"Yo desdramatizaría el debate constitucional (...), siempre hay algunas incertidumbres, pero convengamos también en que buena parte de los países que admiramos tienen cambios constitucionales cada 40 ó 50 años"
Ignacio Briones, ministro de Hacienda
En la misma línea, el presidente del gremio empresarial aclaró que esta nueva Constitución no podía ser un programa de Gobierno, y que existían los mecanismos para que esta no terminara consagrando un modelo de izquierda o de derecha.
"Lo que sí hay que tener claro es que una Constitución no es un programa de Gobierno, una Constitución no consagra un modelo de izquierda o derecha, una Constitución no debe ser de izquierda o derecha, debe ser la casa de todos, y creo que la lógica detrás de los dos tercios que se requiere para aprobar la Constitución, va muy en esa línea, porque distintos sectores políticos van a tener que estar de acuerdo, con un alto quorum, en los contenidos de esa Constitución, y por lo tanto eso incentiva a que realmente no sea una Constitución de izquierda, no sea una Constitución de derecha, sino que sea básicamente la casa de todos", concluyó.