Desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacaron los lineamientos para renovar el sistema impositivo chileno que contempla la reforma tributaria que el Gobierno busca implementar.
En la sesión de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados de este miércoles -instancia que analiza en detalle el proyecto del Ejecutivo- estuvo presente
Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Tributaria del organismo internacional, quien fue invitado a exponer para dar su impresión respecto a los alcances de la ambiciosa propuesta.
En primer lugar, Saint-Amans indicó que la tasa de impuestos en Chile es "muy baja" como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), y que este "es un buen indicador del nivel de involucramiento en la economía, pero también en el nivel de desarrollo".
"Chile es el tercero en el nivel más bajo de impuesto, en el año 2020 Chile tuvo menos de un 20% de su PIB recibido a través de los impuestos", afirmó, recalcando que "el promedio de la OCDE es de 33,5%".
Tras ello, manifestó que "las indicaciones que surgen de este gráfico es que Chile tiene un PIB muy bajo y el nivel de desarrollo de Chile también refleja el nivel de equidad que hay. Por un lado tienen una economía que se ha desarrollado, pero que aún tiene una estructura impositiva de un país en desarrollo en Latinoamérica. Incluso, en Latinoamérica no están más alto que una serie de otros países. En otras palabras hay mucho con que maniobrar".
"Nosotros pensamos en la OCDE que esto es una buena política, nuestro consejo es que hay que aumentar en forma significativa este tipo de impuesto para la tasa del PIB. Cuando vemos que la reforma tiene la posibilidad de cambiarlo en 4 puntos porcentuales, es una buena tendencia, una buena dirección, que sería la única forma para poder enfrentar los desafíos que Chile está enfrentando, especialmente de inequidad", dijo.
Lo que si, el representante de la OCDE aseguró que "hay que hacer esto a través de una política progresiva, esto quiere decir una política que haga mayor impuesto en el capital, en los extremos más altos de ingreso. El primer punto, para resumirlo, es que tienen campo para aumentar, debieran aumentar, tienen que aumentar y debieran hacer esto en forma progresiva".
Junto con ello, y haciendo alusión a una expresión en inglés, mencionó que "los de altos ingresos deben contribuir más, y deben parar de tomar ventaja de la ineficiencia del sistema impositivo internacional para reducir esto. Esto es un punto muy importante y se ve reflejado en la reforma y las gráficas que ha mostrado el Gobierno".
Diputados se enfrentan por críticas a empresarios
Una vez concluidas las presentaciones de los invitados, entre ellas, la de Christian Blanche, presidente de la comisión tributaria de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) -quien criticó el impacto que la reforma podría generar sobre la inversión-, el diputado Jaime Naranjo (PS) -quien preside la instancia-, salió criticar su postura.
"Uno siempre escucha al gran empresariado nacional, desde que volvimos a la democracia, que cada vez que se ha querido hacer una reforma tributaria, ocupan dos palabras 'no es el momento, ni es la oportunidad'", indicó el socialista.
"Cuando vemos que la reforma tiene la posibilidad de cambiarlo en 4 puntos porcentuales, es una buena tendencia, una buena dirección, que sería la única forma para poder enfrentar los desafíos que Chile está enfrentando, especialmente de inequidad"
Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE
Y continuó diciendo "yo me imagino que ustedes -los empresarios-, al igual que el resto del país, quieren vivir en paz social, y cuando uno quiere vivir en paz social tiene que invertir en paz social, porque si no existe la paz de los cementerios".
"En nuestro país han habido épocas bullantes de inversión y de crecimiento, con grandes utilidades de las empresas en Chile y nunca, en ningún momento, escuché a un empresario que en esos momentos bullantes dijera 'mire a lo mejor sería bueno que hiciéramos una contribución a través de una reforma tributaria'. Nada. Silencio", deslizó.
Naranjo aseveró que "uno se queda con la sensación que cual sea la reforma que se proponga, nunca van a estar de acuerdo ustedes, porque de repente cuando los países viven en crisis, y nuestro país tienen una crisis social, ¿no les parece que llegó el momento oportuno de nosotros contribuir? y después nos quejamos que no hay paz social. Hay que invertir en paz social cuando uno quiere vivir en paz social, y la historia demuestra que el crecimiento por sí solo no genera paz social".
En respuesta, el diputado Guillermo Ramírez (UDI) expuso que "en el gobierno de la Presidenta Bachelet número dos se hizo una reforma tributaria que prometía recaudar 3 puntos del PIB para generar mayor justicia social. Y lo que conseguimos fue 1,5 del PIB, recaudó la mitad de lo prometido, pero nos comimos todos los efectos de una mala reforma tributaria, dejamos de crecer, durante cuatro años seguidos cayó la inversión".
"Nosotros lo que queremos es una reforma tributaria que lo que haga sea fomentar la inversión, fomentar el crecimiento, y recaudar de la manera más eficiente posible", añadió.
Ramírez apuntó que "con ese discurso de que esta es la única forma de conseguir la paz social, que fue el discurso de la Presidenta Bachelet, lo que vamos a generar es más crispación social, porque vamos a generar más frustración en las familias chilenas y les va a costar más salir adelante (...). No se frustre tanto, lo que hay que hacer es mejorar esta reforma, porque así como está, obviamente que los que vienen a exponer a la comisión la van a criticar".
Por su parte, Blanche recordó que "esta es la reforma más importante que ha sufrido el país en los últimos 35 años. El enfoque de esta reforma es muy distinto a la del año 1984 (...), en esta reforma tributaria, y va en la misma línea del proyecto de nueva Constitución, aquí la recaudación queda supeditada a la superación de la pobreza y la desigualdad", y agregó que esto se genera "sacando riquezas a los que tienen, y pasarlo a los que no tienen, pero la pregunta es si eso va a generar más riqueza o repartir lo mismo que antes".
"A diferencia del año 84, que fomentaba la inversión, ahora la castigan, y le dicen 'como usted ha generado utilidades en todos estos años, y las ha dejado dentro de una empresa, y no ha tributado, ahora le voy a aplicar una tasa de castigo', y eso cambia el sistema, por eso es tan relevante", sentenció.