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Tras un Mundial tan infartante como su inflación: ¿Cómo le fue a la economía argentina luego de ganar en 1978 y 1986?

El país trasandino se había coronado campeón del mundo en otras dos ocasiones, mientras cruzaba particulares momentos políticos y económicos.

19 de Diciembre de 2022 | 13:26 | Por Ignacia Munita C., Emol
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El más dichoso de los capítulos se escribió ayer en la historia de amor entre Lionel Messi y la selección de Argentina. A sus 35 años logró lo que más anheló y persiguió -hasta que encontró- en toda su carrera: coronarse campeón del mundo, tras derrotar a Francia en un dramático partido. Para muchos, la mejor final de la historia del fútbol.

El elenco trasandino se impuso a los galos por 4-2 desde los 12 pasos, luego de haber igualado 3-3 en el tiempo reglamentario en el estadio Lusail, llenando de alegría un país que convive con una inflación tan infartante como el Mundial de Qatar, sumado a una división política tan fervorosa que tiene hasta nombre: "la grieta".

Además de lo más importante: el honor del campeón, el triunfador también se lleva una recompensa de 38 millones de euros -conforme a lo expuesto por la FIFA en abril en el Centro de Exposiciones y Congresos de Doha-, mientras que el segundo lugar ganó 27,27 millones de euros. Así, el precio va bajando según la posición.

Solamente ocho selecciones alrededor del globo tienen el privilegio de decir que son campeonas del mundo en fútbol masculino. De ellas, apenas seis lograron repetir el título, y los albicelestes están dentro de ese grupo selecto, pues en su histria han levantado en otras dos ocasiones la copa del mundo, en particulares momentos políticos y económicos.

En el torneo de 1978 Argentina fue local, tras haber sufrido dos años antes un golpe de Estado que derivó en el gobierno de representantes de las Fuerzas Armadas. En ese entonces, regía la famosa tabla de cambio del ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, un mecanismo que buscaba evitar la pérdida de competitividad empresarial mediante una devaluación programada y gradual.

La apertura de los mercados trajo consigo el ingreso de capital en dólares y el Gobierno de facto permitió la libertad en la fijación de las tasas de interés. De esta forma, los inversionistas transformaban las divisas en pesos y los depositaban en entidades financieras a tasas mayores a la inflación y la devaluación -las ganancias obtenidas eran impresionantes y permitían en poco tiempo, multiplicar la inversión-.

Haciendo un recuento antes de triunfar en el mundial, en 1977 la economía de la nación vecina creció 6,3%; luego se contrajo 3,2% al año siguiente; mientras que en 1979 el Producto Interno Bruto (PIB) rebotó, registrando un aumento de 6,9%. ¿Y la inflación? Cuando Mario Alberto Kempes levantaba la copa del mundo en el estadio River, la escalada de precios llegó al 175% anual, y en 1980 al 100%.

De acuerdo a un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el valor de las exportaciones de bienes escaló 12%, siguiendo la tendencia creciente registrada desde 1976.

Y a pesar de la caída del PIB, la tasa de desocupación se mantuvo en los bajos niveles de 1977. Por ejemplo, en el Gran Buenos Aires luego de haber alcanzado a 3,1% en abril, dicha tasa volvió a caer a 1,8% en octubre.

Sin embargo, en el caso de las industrias manufactureras habría indicios de importantes reducciones en el número de horas trabajadas y en el empleo, registrándose para este último un descenso del 8% entre agosto de 1977 y el mismo mes de 1978, según señala la entidad internacional.

Pero sin lugar a dudas la mejor performance, si se combinan el crecimiento económico y el resultado futbolístico, fue a propósito del mundial de México, en 1986, periodo en el cual el PIB creció 7,1%, y la inflación se ubicó en torno a 80% anual.

En aquella ocasión todavía se disfrutaba del éxito del Plan Austral de estabilización monetaria que se ejecutó durante el gobierno de Raúl Alfonsin, bajo la tutela de su segundo ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille, por el cual se cambió la denominación pecuniaria -de peso argentino al austral-.

Dicho plan, iniciado en junio de 1985, fue un política de shock que logró contener la inflación rápidamente, sin frenar el crecimiento económico. Así, la escalada de precios se frenó de un día para el otro, logrando cifras cercanas al 2% mensual en los primeros meses de aplicación, en tanto que el déficit fiscal descendió del 15% que dejó el gobierno militar al 3,6% en 1987.

¿Y cuál es el escenario actual?

De acuerdo a un estudio elaborado por Marco Mello, de la Universidad de Surrey de Reino Unido, Argentina estaba mejor posicionada que Francia para cosechar el beneficio económico que normalmente se consigue al ganar la Copa Mundial de la FIFA. Esto, ya que el campeón mundial tiene a gozar de 0,25 de punto porcentual adicional de crecimiento económico en los dos trimestres posteriores al certamen.

"Coraje. Templanza en la difícil. Talento, orden y humildad", escribió el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, tras la victoria de Argentina ante Francia en la final de Qatar 2022, en el arranque de una semana clave, pues se reunirá con el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aprobar un giro de US$6.000 millones para cerrar el año y los objetivos para 2023.

Además, en noviembre, la inflación mensual se desaceleró a 4,9% -su menor nivel desde febrero, y muy por debajo de la mediana de las expectativas de 5,9%-, con lo cual la tasa anualizada llegó a 92,4%, que si bien es el registro más alto en treinta años, es menor a las estimaciones de Bloomberg, que apuntaban a un 94,2%.

De todas formas, se espera que la economía argentina termine el año con una inflación que, al menos, roce el 100%.

El PIB, por su parte, creció 1,7% en el tercer trimestre al comparar con el periodo abril-junio, y los analistas proyectan una expansión de 5,3% para la economía argentina en 2022. Ya para el próximo año esperan que la actividad se desacelere a menos del 1% en medio de un ciclo de elecciones presidenciales y una sequía que afecta los cultivos, según la encuesta más reciente publicada por el Banco Central de la República Argentina.

Lo anterior está en línea con los últimos datos publicados por la Cepal, según los cuales el país trasandino se expandirá 4,9% en 2022 y 1% en 2023.
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