Los indicadores que muestran la evolución de los costos del transporte marítimo -que marcaron máximos en 2021 por los cuellos de botella que se produjeron en las cadenas de suministro tras el fin de los confinamientos- volvieron a registrar niveles de pandemia de la mano de la desaceleración de la economía mundial.
El índice compuesto mundial de contenedores de Drewry, un indicador elaborado con las tarifas del flete de los contenedores de ocho rutas comerciales que unen Asia con Europa y EE.UU.,
ha caído esta semana por debajo de US$2.000 por primera vez desde julio de 2020.
El costo por contenedor ha descendido todas las semanas, excepto una, desde finales de febrero de 2022 a la fecha. Y este jueves bajó a US$1.997.
El Índice Seco del Báltico, un indicador que mide la evolución del costo del transporte marítimo de mercancías y se elabora a partir de una canasta con los fletes de diversas categorías de buques de mercancías, cerró ayer en 603 puntos, un nivel de junio de 2020.
En lo que va de año ha retrocedido todas las sesiones excepto tres y acumula una caída del 60%.
Ambos indicadores marcaron sus máximos anuales en el otoño de 2021 en 5.650 puntos y US$10.773 por contenedor, impulsados por la elevada demanda de mercancías tras los cierres y los parones de actividad adoptados durante la pandemia.
La gran mayoría del comercio mundial se hace por mar y el transporte marítimo es sensible al menor crecimiento económico que está causando el giro de la política monetaria de los grandes bancos centrales.
La naviera danesa A.P. Møller-Mærsk, que el año pasado registró un beneficio récord por los altos fletes y la mayor demanda en la primera parte de 2022, señalaba ayer en su informe de resultados que para este año prevé que la demanda mundial de contenedores estará entre el -2,5% y el 0,5%.