Un gris panorama inflacionario fue el que dibujó el Banco Central en su primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, el cual publicó esta mañana, corrigiendo sus pronósticos referentes a la evolución de los precios en Chile con tintes más bien pesimistas.
"La inflación anual sigue en niveles muy elevados", sostuvo la entidad presidida por Rosanna Costa. "A febrero, la variación anual del IPC se ubicó en 11,9%, cifra que, si bien es inferior a los máximos observados en el tercer trimestre de 2022, sigue estando muy por sobre la meta de inflación", agregó.
También expuso que, pese a que gran parte de los determinantes de la inflación han ido cediendo, "la variación anual de la inflación subyacente se ha mantenido en torno a 11% desde hace varios meses".
En esa línea, resaltó que un factor relevante que ha mantenido alta la inflación ha sido "la lenta corrección de los elevados niveles de consumo privado alcanzados en años precios".
"La revisión de las Cuentas Nacionales arrojó que entre 2020 y 2022 el consumo de los hogares fue en torno a US$4.300 millones mayor a lo previamente estimado. Con esto, las cifras de ahorro nacional se revisaron a la baja y el déficit de la cuenta corriente aumentó, dando cuenta de que los desequilibrios macroeconómicos eran mayores. Por otro lado, los datos de fines de 2022 y comienzos de 2023 muestran que la velocidad de reducción del consumo privado ha sido menos intensa que lo previsto", expuso.
Además, continuó, "la lenta reducción del consumo es coherente con un empleo que ha repuntado en lo más reciente y una incertidumbre político-económica local que se ha reducido".
Con esos datos sobre la mesa, el Banco Central proyecto en su IPoM que la inflación total "seguirá reduciéndose en los trimestres venideros y convergerá a la meta de 3% en la última parte de 2024", un tono ciertamente más pesimista a la expuesta en el informe anterior, cuando hablaba de que la meta inflacionaria se alcanzaría en la segunda parte de 2024.
Asimismo, indicó que "la inflación finalizará 2023 en 4,6% anual, cifra superior a la prevista en el IPoM anterior", en el cual esperaba que esta terminaría el año en 3,7%.
"La corrección se origina en los mayores niveles de inflación de los últimos meses -particularmente su componente subyacente-, la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que se cierra más tarde que lo previsto. En este escenario, la inflación subyacente supera a la estimación previa y alcanzará variaciones anuales del orden de 3% solo hacia fines del horizonte de proyección", explicó.
También, resaltó que "la convergencia de la inflación a la meta de 3% sigue considerando que la economía debe ajustar los elevados niveles de gasto que alcanzó en 2021 y 2022".