"Sin duda estamos ante circunstancias desafiantes. El momento que vive la economía chilena es complejo", aseguró esta semana la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, resumiendo con estas palabras el escenario macroeconómico delineado por el ente rector en el primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año.
Pese a que por primera vez en dos años la proyección de crecimiento para 2023 se corrigió al alza, avanzando hacia un rango que toca terreno positivo -entre -0,5% y 0,5%-, la expansión prevista para el próximo se redujo -ahora es de entre 1% y 2%-, a lo que se suma un complejo ingrediente:
la inflación, por mucho tiempo elevada en el país, está tardando más de lo anticipado en bajar, especialmente la subyacente, y el factor más importante sigue siendo el exceso de gasto.
Lo anterior, de acuerdo al Central, obedece a la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que está cerrando más tarde de lo previsto.
Otras cifras reveladas recientemente dan cuenta de la difícil coyuntura económica que enfrenta el país. Por un lado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en marzo subió 1,1%, alcanzando un aumento de 11,1% a doce meses; mientras que el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de febrero retomó las caídas tras anotar una contracción interanual de 0,5%.
¿Y el mercado laboral? Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación escaló hasta 8,4% durante el trimestre móvil diciembre-febrero, su mayor nivel desde septiembre de 2021.
Al revisar los sectores, tanto la producción industrial como el comercio retrocedieron al segundo mes del año, marcando bajas interanuales de 1,1% y 9,2%, respectivamente, de acuerdo con el INE. Y para coronar este variopinto mix de elementos, Codelco, la mayor productora de cobre a nivel mundial, reportó excedentes por US$2.746 millones en 2022, monto que evidencia un descenso de 62,9% al comparar con las ganancias obtenidas en 2021, sumado a una baja de producción de 10%.
Lecturas de las cifras
¿Cómo se interpretan estas cifras y qué nos revelan respecto al panorama de la economía chilena? A juicio de Hermann González, coordinador macroeconómico de Clapes UC, estos datos revelan que "la economía estará algo mejor de lo que se pensaba hace tres meses, lo cual es positivo, pero no hay motivos para confiarse en que las cosas seguirán mejorando".
"Este año la economía no crecerá, estará estancada y, por lo tanto, creará muy pocos empleos. Además, el Banco Central revisó fuertemente a la baja la proyección de crecimiento del próximo año, y la inflación está mostrando una persistencia mayor de lo previsto, lo que mantendrá altas tasas de interés durante buena parte de este año", acotó.
González también mencionó que hay "un escenario muy incierto en el que la situación de la banca global, y la respuesta de los bancos centrales a la inflación, llevará a un ajuste del crédito y de la demanda en los próximos trimestres que aún no está plenamente incorporado en las proyecciones de consenso. En definitiva, el escenario macro sigue siendo muy desafiante".
Juan Nagel, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, fue incluso más allá. Desde su perspectiva, "estamos en un periodo de estanflación, es decir, inflación al alza y la economía frenada. Ciertamente no es un buen momento, pero las autoridades están al tanto del problema y están tomando las medidas correctivas pertinentes".
"La esperanza es que a mayo, o junio, estemos a niveles de inflación anualizada de un dígito. Sin embargo, llegar a esa meta va a depender de varios factores: eliminar la posibilidad de mayores retiros de las AFPs, que el Gobierno le aplique un freno al gasto público, y que no ocurra algún shock externo significativo que eleve los precios de los productos que importamos", añadió Nagel.
El economista jefe de Itaú, Andrés Pérez, señaló que "en términos generales, los datos a lo largo del año sugieren que la economía transita en un proceso de ajuste, que ha sido menos brusco de lo que muchos anticipábamos, juicio que descansaba principalmente en la contractividad de la política monetaria. Preocupa el poco dinamismo de la inversión privada, lo cual, de persistir, lo asociamos a bajo dinamismo hacia el 2024".
"Por cierto, mayor actividad está también asociada a presiones inflacionarias por el lado de la demanda. En este sentido, el dato de IPC de marzo muestra una inflación subyacente todavía elevada y persistente, validando una Tasa de Política Monetaria (TPM) alta por más tiempo", apuntó Pérez.
¿Hay espacio para el optimismo?
Consultado sobre si hay espacio para el optimismo, González opina que "las cifras hay que tomarlas con cautela. Nadie podría estar contento con una economía estancada, y con la inflación, y las tasas de interés en estos niveles, con el desempleo al alza y con salarios reales que caen de forma tan persistente".
"El mejor aporte que se puede hacer desde el Gobierno, a mi juicio, tiene que ver con entregar mayor certeza jurídica, tributaria y regulatoria; avanzar en estímulos a la inversión y la creación de empleos; reforzar las condiciones de seguridad y dejar de abrir flancos que aumenten la incertidumbre política y económica"
Hermann González, coordinador macroeconómico de Clapes UC
En esa línea, el economista de Clapes UC dijo que "el mejor aporte que se puede hacer desde el Gobierno, a mi juicio, tiene que ver con entregar mayor certeza jurídica, tributaria y regulatoria; avanzar en estímulos a la inversión y la creación de empleos; reforzar las condiciones de seguridad y dejar de abrir flancos que aumenten la incertidumbre política y económica".
En ese marco, Nagel analizó la postura del ministro de Hacienda, Mario Marcel, y su tono respecto a las últimas cifras sobre la mesa. "Creo que el ministro Marcel entiende la situación, pero está buscando vender el optimismo. Eso está bien, ese es su trabajo, pero la situación actual está lejos de la ideal, y va a seguir estándolo durante los próximos meses al menos", dijo.
El académico de la Universidad de Los Andes mencionó además que "a mediano plazo lo más importante para la economía chilena van a ser: el plan de desarrollo del lito que el Gobierno va a anunciar prontamente, y la aprobación de la nueva Constitución. Si ambos eventos se enmarcan dentro de la racionalidad de políticas, eso podría ser muy positivo para Chile".
Pérez, en cambio, resaltó que "el escenario de actividad definitivamente no es tan negativo como se preveía, lo cual se debe principalmente a menor incertidumbre de política económica, al tiempo que el escenario externo también a marzo había sido mejor de lo anticipado. Hacia adelante, la economía debe continuar con su ajuste".
Eso sí, manifestó que "el Gobierno debe seguir manteniéndose firme ante iniciativas que buscan expandir el gasto, como los retiros de ahorros previsionales, pues de materializarse con seguridad interrumpirían el avance en curso, y demoraría aún más la convergencia de inflación al rango meta. Para tener más optimismo debemos revertir el estancamiento de la inversión privada, e impulsar la productividad".