Las clínicas privadas están resintiendo el golpe de la crisis que viven las isapres, afecto que se está agudizando en medio de la incertidumbre provocada por la ley corta que impulsa el Ejecutivo para dar cumplimiento al fallo de la Corta Suprema por tabla de factores y que implicará una baja promedio del 6% de los ingresos de las aseguradoras y una devolución de US$1.400 millones por cobros en exceso.
Desde la Asociación de Isapres advirtieron ayer que si el proyecto del Gobierno ve la luz este mes, el sistema de isapres caería en septiembre, lo que por cierto implicaría un efecto en cadena que podría gatillar una crisis sanitaria importante en el país, como han advertido ex autoridades, expertos y distintos actores del sector de la salud.
Por eso,
Javier Fuenzalida, vicepresidente ejecutivo de Clínicas de Chile, manifestó su preocupación. En entrevista con Radio Universo, subrayó que esta "
no es una crisis del sistema de aseguradores exclusivamente, es una crisis sanitaria global".
"En ese sentido, explicó que los prestadores privados de salud atienden a 10 millones de personas al año, donde el 52% son pacientes Fonasa y "si uno va a regiones ese número sube hasta un 70%".
"El sistema ofrece dos seguros, isapres y Fonasa, si uno de esos seguros deja de pagar por insolvencia, que es lo que está empezando a ocurrir, el sistema capota y nos arrastra a nosotros", dijo Fuenzalida. "Cuando eso ocurra, cuando la clínica 'X' que atiende a más pacientes de Fonasa que de isapres deje de recibir esos ingresos va a tener que cerrar. Y si cierra, deja de atender a ambos grupos, lo que va a generar una crisis sanitaria porque los pacientes de isapre y Fonasa van a tener que caer en el sistema público, y ese es el problema", agregó.
En esa línea, manifestó que los problemas ya se están reflejando, dado que lo tiempos de espera en los pagos de las isapres hacia los prestadores "han aumentado a un nivel que se hace realmente inviable para nosotros".
"Lo que puede ocurrir es que si el sistema capota en un efecto dominó, nos va a arrastrar a nosotros. Ya nos está arrastrando. En los grandes grupos se nota en las inversiones y en las clínicas más pequeñas de regiones se está notando en la liquidez, y eso podría redundar en un cierre".
Javier Fuenzalida
"Las isapres hoy día nos deben $500 mil millones. Es una cifra extraordinaria, nunca antes vista y eso no está generando un problema de liquidez inmediata", afirmó, y emplazó al Gobierno y al Congreso a buscar una fórmula para que el sistema de isapres "no caiga de un día para otro" y que en la exigencia de devolver US$1.400 millones en cobros en exceso también se considere el monto que las isapres adeudan a las clínicas.
Además, en medio de la incertidumbre que viven las clínicas, Fuenzalida sostuvo que "están paradas todas las inversiones en salud, que son de largo plazo, hace un año atrás", añadiendo que "hoy el problema que estamos teniendo es problema de liquidez".
También afirmó que ya hay clínicas que están actualmente en riesgo de quiebra, sin detallar cuáles, aunque aseguró que las más complicadas se encuentran en regiones.
"Lo que puede ocurrir es que si el sistema capota en un efecto dominó, nos va a arrastrar a nosotros. Ya nos está arrastrando. En los grandes grupos se nota en las inversiones y en las clínicas más pequeñas de regiones se está notando en la liquidez, y eso podría redundar en un cierre", explicó.
"No quiero ser catastrofista, pero es un dato de la realidad", cerró.