Consuelo YávarCEO de Fenix"Lo que una vez fue considerado basura, hoy puede permanecer como una linda parte de nuestras vidas". Ese es el lema detrás de Fenix, un laboratorio de economía circular que busca darle una segunda vida al plástico, transformándolo en innovadores paneles sólidos de alto grosor, que funcionan como un sustituto de la madera, la melamina o piedras como el granito o cuarzo.
Fundada en 2021, de la mano de la tecnología y el diseño, los hermanos Consuelo, Cristina, y Ramón Yávar, lograron crear un material de revestimiento en base a plástico llamado flux. Esto les ha permitido revalorizar 30 toneladas de residuos post consumo y post indusitral provenientes principalmente de envases de champú, detergente, artículos de limpieza, de alimentos y cañerías de la minería.
Con miras al 2024, la proyección es fabricar 1.200 mt2 mensuales y facturar cerca de US$1,5 millón.
Sobre sus próximos desafíos, habla Consuelo Yávar, CEO de Fenix, en "Lo pensó/lo hizo" de Emol.
"Lo que una vez fue considerado basura, hoy puede permanecer como una linda parte de nuestras vidas”, este es el lema de FENIX®, un laboratorio de economía circular que le da una segunda vida al plástico y logró producir innovadores paneles sólidos de alto grosor, que funcionan como un sustituto para la madera, la melamina o las piedras como el granito o cuarzo. Bajo el nombre flux®, este revestimiento ha sido bautizado como el “mármol sustentable hecho en Chile".
Creada en 2021, la empresa fue fundada por los hermanos Consuelo, Cristina y Ramón Yávar, quienes vieron el problema de que en sus casas tenían muchos juguetes de plásticos de sus hijos y no sabían qué hacer con ellos. Con ese dilema, comenzaron a buscar una solución, pero tenían claro que no tenía que ser un producto simplemente reciclado, debía ser un objeto de deseo que todos quisieran tenerla en su casa o que incluso, pudiera estar en un museo exhibida.
Veíamos que lo reciclado no cuidaba la estética y pensamos que si no se busca la estética y funcionalidad, lo reciclado nunca va a lograr masificar. Consumir sustentable no puede ser filantropía. Tú no vas a poner como cubierta en tu cocina algo que sea reciclado pero feo, sueno cruel, pero es así. En algún minuto nos comenzó a dar verguenza buscar lo bello por ser mirados como superficiales, pero nosotros somos una empresa donde el diseño está en el corazón, y creemos que la basura es un problema de diseño, por eso nos propusimos hacer productos estéticos, funcionales y sustentables en 3º lugar.
La clave es que no nos vendemos la sustentabilidad como el primer atributo. Y aunque suene mal, eso es lo que nos ha permitido entrar fuerte en el mercado, y perseguir nuestro propósito último: lograr la circularidad.
Así, tras varias pruebas y 1 años de I+D, lanzaron sus innovadores paneles hechos en base a plástico que son fáciles de cortar y trabajar, de alta dureza, impermeables y fáciles de limpiar, además de lindos.
Somos una empresa que sigue el modelo de boostrapping. Partimos con capital propio, pero no mucho. Como se suele decir: FFF, friends, fools and family. Comenzamos a validar nuestro producto en el mercado vendiendo tempranamente y eso nos ha permitido crecer desde las ventas y un poco de capital personal, pero siempre con ventas. Ni el mejor propósito le gana a un buen producto y lo creemos 100%.
Buscamos reemplazar materiales vírgenes en la industria del interiorismo y construcción, por materiales hechos a partir de lógicas circulares que sean una linda parte de la vida de todas las personas.
Nuestras líneas de material son fáciles de trabajar. La idea es que cualquiera que trabaja medianamente la madera las pueda trabajar. Las placas se pueden lijar, taladrar, pulir, fresar y cortar fácilmente, por lo que queremos llegar al mundo del interiorismo, donde lo reciclado no ha logrado conquistar. Los revestimientos de FLUX® logran combinar un alto valor estético y un precio competitivo en relación a la madera, el cuarzo, el granito u otros revestimientos.
Nuestros clientes principales son dos:
Suena a cliché, pero no tenemos competencia. En Chile somos los únicos que contamos con la maquinaría y la tecnología para producir el material que hoy hacemos.
Mi misión es seguir. El valor de perseverar y confiar en el tiempo invertido, en el capital que los miles de errores y aciertos te van guiando. Sólo algo bueno puede salir de eso. Hay muchas mentes y manos valiosas en este proyecto, sí o sí algo bueno tiene que resultar de eso.
Que lo que una vez fue considerado basura, pueda ser una pieza útil y bonita en la casa o en la vida de las personas y así contribuir a resolver el problema de las 25 mil toneladas de residuos plásticos que sesgeneran anualmente en Chile generando un cambio real en el consumo hacia lo circular. Pero ese cambio generarlo haciendo cosas bellas y buenas técnicamente. Que lo sustentable no sea la bandera, porque solo eso creo que no resulta.
El agotamiento de su gente… jaja. Emprender no es fácil, ha sido difícil.
Con nuestro revestimiento flux® queremos llegar masivamente al mundo del interiorismo. Que constructores, decoradores, arquitectos y personas común y corriente conozcan lo versátil del producto y se animen a incorporarlo en la fabricación de mesas y sillas, en los muebles de un baño o como cubierta en una cocina.
A las empresas que fabrican en Chile. Comprar barato en China, ponerle una marca y venderlo caro acá no tiene el mismo esfuerzo que fabricar de forma local. Yo me dedicaba a los intangibles y es otro mundo. Fabricar en Chile y ser rentable es como subir el Everest. Le saco el sombrero a todos quienes hacen eso.
Con varias líneas de productos que lleven la circularidad a la vida cotidiana y desplacen a la economía lineal desde los beneficios de los productos. Que los hogares de Chile y Sudamérica tengan a flux® como un material tan común como la melamina. Y dedicándome a la educación, me gustaría involucrarme en proyectos o experiencias educativas de infancia temprana.
Creo que no es empresa, pero el proyecto de NUBELAB me fascina. Ellos son un laboratorio de procesos creativos para la infancia. Y nosotros, desde una vereda muy distinta, es lo que aspiramos a hacer: un laboratorio de procesos creativos para masificar la economía circular. Ahora que todos hablan de la IA, es cuando iniciativas como esta adquieren más valor e impacto. Es la única manera de ganarle a las máquinas. Instalar la creatividad en las nuevas generaciones.
¿Invertir en qué? Si es en invertirM en crear valor en algo -desde mi visión como pyme- aún hay demasiadas trabas y burocracias para echar a andar un negocio. Emprender y poner tu capital bajo estas condiciones, hace que el camino para el lograr el “éxito” sea compleja.
Uff este es un temazo. Lamentablemente el sistema está diseñado para las grandes empresas que tienen un departamento de personas que solo se dedican a sacar permisos y certificaciones. En una pyme de ocho personas no puedes dedicarle la mitad de tu tiempo a tratar de que te entreguen una firma o un permiso para poder operar. Y si a esto le sumamos la burocracia pública para formalizarse en un proyecto que trabaja con reciclaje es tremenda, no es pagar una patente y listo. Entrar a la Ley Rep suena bonito, pero no es nada fácil. Uno quiere hacer las cosas bien, pagar lo que hay que pagar pero el sistema no está diseñado para poder hacerlo de forma sensata y razonable.
Para los pequeños no hay ningún incentivo, solo trabas.. Soy un GRINCH en este tema. Creo que es la barrera de entrada más grande y urge una plan para modernizar al Estado y poder apoyar a los más pequeños.