Se acerca marzo y la discusión en torno a la aguda crisis que golpea al sistema de isapres y el complejo panorama para los afiliados se reactivó, luego de que ayer la Superintendencia de Salud informara el tope de 7,4% que fijó respecto al alza que podrán aplicar las aseguradoras en sus planes de salud a partir de marzo. Se trata de un techo casi tres veces mayor al establecido en 2023 (2,6%), y el cual incluso se posicionó por encima de los que esperaban las mismas isapres.
A más tardar el domingo, las isapres deberán informar a las superintendencia si incurrirán en un incremento de sus precios base y en qué porcentaje, aunque dada la difícil sistuación financiera que enfrentan es de esperar que todas lo hagan por el tope o muy cercano a este. De todas formas, cada una deberá justificar el reajuste de acuerdo a la subido que registraron sus costos el año pasado.
Tras eso, la superintendencia liderada por Víctor Torres verificará los antecedentes entregados por las aseguradoras, en un proceso que se extenderá hasta el 29 de febrero. Así, en el caso de luz verde, la primera semana de marzo se les deberá informar a los afiliados del alza.
La implementación de esta alza se adelantará respecto de años anteriores, luego de que el Congreso aprobara acelerar el proceso en el marco de la discusión de la ley de reajuste al sector público, con el objetivo de equilibrar las finanzas de las aseguradoras.
Normalmente el proceso inicia en marzo y las isapres tienen quince días para informar cuanto suben, luego la superintendencia revisa los argumentos y el alza se aplica en julio. Este año la subida se adelanta para marzo. Además, el cálculo esta vez es distinto, ya que no incluye los cosos de Fonasa, por lo mismo, el tope es mayor.
Eso sí, para 2025 el alza de los planes de salud del sistema privado se concretará en septiembre, a modo de compensar el adelantamiento de cobros este año.
Pero este podría ser solo el primer ajuste de precios que se realice este año, ya que en el caso de que la Cámara de Diputados apruebe la ley corta en el segundo trámite, en agosto, las isapres podrían subir los precios de sus planes sin tope. En específico el proyecto señala que las isapres deberán presentar a la superintendencia "una propuesta fundada de alza de precio base para todos los contratos que administre en un porcentaje o monto necesario para cubrir el costo de las prestaciones, licencias médicas y otros beneficios".
No obstante, es una discusión que los diputados prevén como compleja. Aquello, fundamentalmente, dado que no se fija un tope, a lo que el Gobierno se comprometió a estudiar.
Además, en el fallo de la Corte Suprema por tablas de factores, se estableció la imposibilidad que tienen las isapres para cobrar por menores de dos años, lo que también golpeará los ingresos de las aseguradoras. Para paliar esto -y si bien quienes tengan cargas de menores de dos años verán una reducción en el precio de sus planes-, todos los afiliaodos mayores de dos años y menores de 65 pagarán un extra de cerca de $1.500 de forma excepcional.
Fuga de afiliados
Alzas de precios que se dan en medio del complejo panorama económico que vive el país, en el que las finanzas de las familias no están precisamente en su mejor momento. Por lo mismo, expertos advierten que la fuga de afiliados récord que se registró en 2023 prodría aumentar este año.
Si bien la salida de afiliados del sistema privado se viene dando desde 2020, el año pasado se pulverizaron varias marcas, según las cifras que reporta la Superintendencia de Salud en su su sitio web.
Entre 2020 y 2022 las isapres perdieron 268.890 afiliados -la suma de cotizantes y cargas-, cifra que palidece al comparar con lo ocurrido en 2023: fueron 360.876 las personas que abandonaron el sistema privado solo ese año, al comparar diciembre de 2023 con diciembre de 2022. Se trata de una caída de 12%.
Con esto, en solo cuatro años, han salido 629.766 personas del sistema de seguramiento privado. Los afiliados de isapres terminaron diciembre de 2023 en 2.715.746, el número más bajo desde 2010, hace más de 20 años.
Consultado si es que este número podría seguir disminuyendo en 2024 dada las alzas en los precios de los planes de salud, el ex superintendente de Salud, Patricio Fernández, sostuvo que "es esperable que eso ocurra".
Esto porque, primero -según explicó- al haber alzas sucesivas, las personas que recién van ingresando al mercado laboral ven como una opción menos atractiva afiliarse a una isapre, considerando que los jóvenes "usan poco los servicios de salud y las prestaciones. Por lo tanto prefieren, obviamente, optar por el Fonasa, donde van a pagar solamente el 7% y no van a tener este tipo de alzas y esta incertidumbre que hay en las isapres".
También sostuvo que "puede haber un aumento de las desafiliaciones no voluntarias por parte de las isapres" de parte de personas con "carga de enfermedades o preexistencia. Es decir, si esas personas se retrasan en el pago de las cotizaciones, si esa persona tiene algún problema, las isapres pueden tomar la decisión de desvincular a esas personas del sistema como una manera de bajar los gastos".
A la vez, Fernández manifestó que "normalmente los ciclos de baja de afiliados coinciden con los ciclos económicos y de aumentos de desempleo y una serie de cosas así que ha tenido nuestro país", a lo que se suma "la incertidumbre de la continuidad del sistema, la mala atención de la isapre, las tasas de rechazo y reducción de licencias médicas, la tardanza en los reembolsos".
"Son todos síntomas del sistema que se encuentra en la situación de crisis y que obviamente a las personas las desincentiva a seguir o incorporarse a una isapre", añadió.
En tanto, para Héctor Sánchez, también ex superintendente de Salud, los que se van del sistema privado de salud "son las personas más jóvenes, las personas que gastan menos y que en definitiva les da lo mismo caer en el Fonasa aunque éste no les de la cobertura necesaria, porque no lo usan".
"Si se van los más jóvenes y se van los más sanos, en la práctica, se va descremando la cartera del sistema de isapres", subrayó.
"Si se van los más jóvenes y se van los más sanos, en la práctica se va descremando la cartera del sistema de isapres y por lo tanto, ¿quiénes van quedando en la isapres? Los más viejos, los más enfermos y los más caros. Por lo tanto, lo único que nos puede esperar hacia el futuro es mayores aumentos de costo o mayores aumentos de precios. Ese es el efecto del descreme
Héctor Sánchez ex superintendente de Salud
Por lo tanto, explicó a Emol que quiénes van quedando en la isapres serían los adultos mayores o personas enfermas. "Los más caros", agregó. Por ende, remarcó que "lo único que nos puede esperar hacia el futuro es mayores aumentos de costos o mayores aumentos de precios. Ese es el efecto del descreme".
"El alza 7,4% que se está anunciando por parte de la superintendencia va a producir mayor migración de personas jóvenes y personas sanas a las isapres nuevas y también al Fonasa", complementó. "Las isapres 'viejas' van a quedarse con la cartera más 'vieja', con los más caros y por lo tanto los precios van a seguir aumentando", recalcó.