Restan solo tres días para que entre en vigencia la primera parte la ley conocida como "40 horas" y la previa ha estado marcada por controversias en cuanto a la implementación de la normativa, con la cual, a partir del viernes, las empresas deberán reducir la jornada laboral en el país de 45 a 44 horas. ¿Cómo hacerlo? Ahí ha estado el foco del debate.
La semana pasada, y un dictamen que muchos calificaron de "última hora", la Dirección del Trabajo (DT) dispuso que, ante una falta de acuerdo entre trabajadores y empleador, las empresas no tienen permitido distribuir esta rebaja de una hora semanal en minutos diarios, sino que deben bajar una hora íntegra en algún día de la semana.
Se trata de un pronunciamiento que ha generado la molestia del sector privado, asegurando que este atentaría contra la flexibilidad establecida en la ley y considerando que empresas ya habían delineado su plan para cumplir con la normativa. Además, teniendo en cuenta que el mismo director del Trabajo,
Pablo Zenteno, había señalado en un principio que el fraccionamiento de la hora de disminución sí estaba permitido en la ley, más allá de que no fuera la fórmula recomendable.
En medio de esta discusión, una encuesta confeccionada por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) entregó algunas cifras. El sondeo, aplicado a 118 asociados al gremio, arrojó que las empresas han adoptado distintas aproximaciones para adecuar sus esquemas de trabajo a la normativa.
Así, un 46% de las consultadas ha optado por reducir una hora un día de la semana, mientras que un 24% utilizaría la distribución proporcional de esa hora durante toda la semana laboral. Es decir, la controvertida reducción de 12 minutos diarios.
Además, un 9% utilizará otro tipo de esquemas, "como modelos mixtos, dependiendo del tipo de funciones o la reducción de más de una hora a la semana, adelantando el cumplimiento de la ley prevista para los próximos años", indicó la CCS.
Un 21%, en tanto, indica que ya operaba bajo esquemas de jornadas de menos de 45 horas previo a las disposiciones de la ley.
"La diversidad de aproximaciones -gran parte acordadas con los mismos colaboradores- es evidencia de la importancia de mantener esquemas flexibles para facilitar las formas más eficientes de adecuación a los nuevos requisitos", agregó el gremio.
Del total de la muestra, la mitad señala que ya implementó la reducción de jornada, mientras la otra mitad lo hará a partir de este viernes. En el caso de las pyme, el 44% declara ya haber adelantado la aplicación de la norma, porcentaje que sube al 53% entre grandes empresas.
"Es importante resaltar que la ley fue publicada hace un año, y dado sus impactos en la operación de las empresas, estas han debido planificar con meses de anticipación los cambios requeridos para ajustar sus modelos de funcionamiento", sostuvo María Teresa Vial, presidenta de la CCS.
En ese sentido, enfatizó que las empresas han cumplido con lo que mandata la ley en su artículo tercero transitorio que en forma textual dice: "A falta de dicho acuerdo, el empleador o empleadora deberá efectuar la adecuación de la jornada reduciendo su término en forma proporcional entre los distintos días de trabajo, considerando para ello la distribución semanal de la jornada".
Respecto a los impactos de la normativa, la encuesta señala que un 44% de las empresas indica que la nueva normativa les ha impuesto o impondrá mayores costos laborales. Un 39%, en tanto, ha debido aumentar las horas extras y 22% los turnos de trabajo. Para un tercio de las empresas la reducción de jornada no presupone impactos relevantes.
Por último, el gremio expuso que los antecedentes recabados en la encuesta serán entregados este martes en la tarde a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, en una reunión para abordar esta materia.