Un duro revés judicial sufrió hace algunos días Nova Austral, la principal empleadora de Tierra del Fuego, al extremo sur del país. A inicios de año parecía que la salmonera había logrado contener la crisis luego de que, tras meses de negociaciones, logrará un acuerdo con sus acreedores para su reorganización judicial, en la que había revelado deudas por US$560 millones. Sin embargo, pareciera que el panorama se revirtió.
Las firmas Nutreco y la Compañía Salmonífera Dalcahue, impugnaron el proceso de reorganización argumentando que contenía cláusulas que favorecían a algunos acreedores en desmedro de otros, arremetida que fue acogida por el Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir -localidad en la que se emplaza Nova Austral- que ordenó la liquidación de la empresa, es decir, su quiebra, levantando las alarmas en Tierra del Fuego.
Por cierto, Nova Austral contraatacó e interpuso un recurso de apelación ante la Corte de apelaciones de Punta Arenas, lanzando duras críticas al tribunal de Porvenir, así como a los acreedores disidentes. Junto con ello, alertó por los miles de puestos de trabajo en riesgo producto de esta situación y el impacto que provocaría el cierre de sus operaciones.
"Se trata de una resolución que acoge la impugnación del acuerdo de reorganización de Nova Austral, en forma errónea e injustificada, causando graves daños a la compañía", señaló la empresa en su escrito. También calificó la sentencia recurrida de "injustificada" y fue dictada "livianamente".
"Tiene efectos graves. Ordena iniciar un proceso concursal de liquidación de Nova Austral, poniendo en la calle a más de 650 trabajadores directos de Nova Austral, y haciendo peligrar los puestos de trabajo de cerca de otros 3.000 empleados que directa o indirectamente dependen de ella, e impide que se lleve a efecto un acuerdo aprobado que da futuro a la empresa y a la ciudad de Porvenir. También deja sin respuesta a los 132 acreedores, de un total de 136, que votaron -en presencia del Tribunal a Quo- por aprobar el acuerdo de reorganización", aseguró.
Por otra parte, y en una declaración pública, los sindicatos de trabajadores de Nova Austral afirmaron estar "devastados y consternados por la decisión", la cual acogió "la impugnación de solo dos acreedores en contra de un acuerdo de reorganización judicial que se aprobó con una gran mayoría del 92%".
Por lo mismo, la carta califica el fallo como "irresponsable, ya que dejará en el corto plazo a más de 800 familias sin su principal sustento, y eliminará a los cerca de 3.500 empleos directos e indirectos que Nova Austral aporta a la comunidad de Porvenir". asimismo, criticaron la decisión del tribunal por no "sopesar el impacto social y económico2 y criticaron que no exista "ningún plan de contingencia por parte de las autoridades para amortiguar la pérdida de nuestros puestos de trabajo".
"Hemos visto cómo mes a mes empresas que operan en la Región de Magallanes cierran sus puestas, por lo que esperamos que la decisión irresponsable del tribunal logre revertirse lo antes posible para así evitar una catástrofe social sin precedentes en la zona", añadieron los sindicatos.
El "temor" del alcalde de Porvenir
Quien también manifestó su preocupación fue el alcalde de Porvenir, José Manuel Parada, aunque igualmente sostuvo -en conversación con Emol- tener "optimismo para que ojalá el tema se resuelva de buena manera. Aunque estamos preocupados, porque este proceso se ha alargado ya más de un año".
"Nosotros como municipio no tenemos capacidad para responder ante el desempleo que generaría esta quiebra. Hay que ser honestos. No tenemos esa capacidad, salvo que haya un apoyo estatal para enfrentar esto", agregó. "Estamos preocupados por el futuro de la provincia, porque somos la capital provincial y el mayor sustento territorial en Tierra del Fuego", subrayó.
La caída de Nova Austral, detallo el alcalde, generaría un efecto en cadena para la economía de la zona. "Locales comerciales, ferreterías, comercio de abarrotes, supermercados, giran en torno a Nova Austral. Esto no solo afecta al mercado laboral, sino que a la economía de Porvenir en su conjunto".
Parada también manifestó su temor respecto a que la empresa decida no continuar con estos procesos judicial y opte por cerrar. "Nosotros dependemos de una sola actividad en este momento (Nova Austral), hay que reconocerlo", dijo.
La crisis de Nova Austral se remonta a una investigación iniciada en 2016 y que terminó con una querella penal de parte del Consejo de Defensa del Estado (CDE) contra el ex gerente general, Nicolás Nicolaides, otros cuatro ex ejecutivos y la propia empresa. Se acusaron delitos ambientales y fraude al fisco, por reportar información falsa relativa a la compañía.
La causa contra los ex ejecutivos sigue y el CDE pide penas de cárcel y multas de unos $30 mil millones para cada uno. En 2022, además, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) aplicó una inédita sanción a la salmonera, al revocarle las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) a tres centros de la empresa emplazados en la Región de Magallanes por superar "ampliamente los límites de producción autorizada" y generar un "daño ambiental en el Parque Nacional Alberto Agostini, en la comuna de Cabo de Hornos".