A diario muchas empresas abren procesos de selección de personal para cubrir vacantes y mejorar sus equipos de trabajo. Frente a este escenario, los departamentos de Recursos Humanos deben ser eficientes en estas áreas para gestionar aspectos operativos que influyen en el funcionamiento de la empresa.
La selección adecuada de profesionales no solo cubre vacantes o aporta recursos adicionales, sino que también optimiza el tiempo del equipo de captación, evitando la repetición de largos procesos ante la rotación de personal, aseguran los expertos.
Claudio Oyarzún, gerente general de HumanNet, empresa de Gestión de Capital Humano, agrega que es normal que muchos entrevistadores cometan equivocaciones durante dicha instancia, lo que puede influir negativamente en el resultado del proceso de selección, a tal punto de no elegir al mejor postulante para llenar la vacante disponible.
Dar con un nuevo profesional adecuadamente cualificado y acorde a los valores de la organización no es una tarea sencilla. Por lo mismo, será fundamental obtener la mayor cantidad de datos posible de los entrevistados. Pero, ¿cómo conseguirlo? Oyarzún entregó algunos consejos para una entrevista de trabajo exitosa:
Centrarse solo en las habilidades técnicas:
Dar prioridad e importancia a este tipo de destrezas, sin considerar las llamadas habilidades socioemocionales- como la capacidad de trabajo en equipo, liderazgo, comunicación efectiva, manejo del conflicto, resiliencia, etc.- puede dejar fuera del proceso a personas con gran potencial y proyección.
Escasa preparación de la entrevista:
Esto puede deberse a que el entrevistador no leyó o revisó el CV de cada postulante, lo que le impide tener una visión detallada de cada uno de ellos en materia de experiencia laboral, habilidades que poseen, etc., lo que también dificulta hacer las preguntas adecuadas.
Crear un ambiente tenso durante la entrevista:
Este fallo no solo impide que el entrevistado se sienta cómodo y relajado durante dicha instancia, sino que a la vez lo restringe para que se muestre tal como es y entregue detalles acerca de su experiencia laboral y principales logros, entre otros temas.
Discriminación inconsciente hacia el postulante:
Esto se traduce en que el entrevistador puede aplicar un sesgo a un candidato, sin darse cuenta, ya sea por su apariencia física, género, vestimenta u otro motivo. Lo anterior no solo implica dejar afuera del proceso de selección a buenos profesionales, sino que además contribuye a fomentar un ambiente laboral poco inclusivo.
No dejar hablar al candidato:
Esta equivocación implica que el entrevistador toma el monopolio de la comunicación, perdiendo la oportunidad de escuchar al postulante y saber más de él, ya sea respecto de su experiencia laboral, fortalezas y debilidades, competencias, expectativas profesionales, etc.
Hacer preguntas no relacionadas con el puesto:
Este error se relaciona con plantear interrogantes que no tienen nada que ver con la vacante disponible o que son irrelevantes para el cargo, tal como la religión u orientación sexual del postulante. Además, esta clase de preguntas puede generar mucha incomodidad en el entrevistado y afectar la imagen de la organización.