Teatro

La adolescencia es abordada desde su punto de vista más trágico en "Huellas". Los conflictos familiares de dos jóvenes drogadictas de 16 años salen a luz en la pieza que, además considera la desadaptación social de las protagonistas con su entorno. Cony y Feña deben enfrentar la vulnerabilidad a la que están sometidas por el consumo de drogas, situación que se complica aún más cuando Constanza le pide a su amiga que la trate como si fuese su hija, ya que su madre falleció. Así, se inicia una relación extraña y un poco desconcertante, que confunde sus vidas aún más.