Tres cantores ambulantes -Angélica, Claudio y Esteban- recorren las calles de Santiago con una guitarra en la mano. Para ganar dinero con sus canciones, se suben todos los días a las micros del transporte público. Esta rutina tiene un horario establecido, pues el resto del tiempo Angélica cuida a su hijo, mientras que Claudio trabaja como locutor de radio taxis y Esteban se dedica a componer nuevas canciones.
El documental de Diego Riquelme y Felipe Orellana ganó el premio Pedro Sienna 2009, en la categoría Mejor Mediometraje Documental Chileno.
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