Cine

Cuatro solitarios personajes viven a través de la rutina y los silenciosos parajes del sur de Chile: Ana, Verónica, Marta y Toro. Se juntan para comer, para caminar por al borde del mar, tomar el transbordador o simplemente para acompañarse, sin tener que decir nada. Sus historias se entremezclan, pues están en búsquedas similares: amor, afectos familiares que no existen y finalmente encontrarse con sí mismos.

Esta película marcó el debut en largos de ficción de José Luis Torres Leiva, quien previamente había encurvado su carrera hacia el terreno documental. Entre varios elogios internacionales, la cinta recibió el prestigioso premio FIPRESCI en el Festival de Rotterdam.