En esta exhibición confluye la obra de dos peculiares artistas nacionales: Juan Céspedes y Diego Lorenzini, distantes en una generación, pero coincidentes en cuanto a elecciones creativas. Ambos se caracterizan por una opción multifacética y desprejuiciada de su quehacer, así como por un marcado componente humorístico que los hace sobresalir y distinguirse de la tendencia al interior del circuito artístico nacional.
El montaje consistirá en la superposición de varias capas formales: las paredes de la galería serán cubiertas por afiches impresos en offset y pegados a ella con engrudo. Estos afiches serán hechos en papeles de colores y tendrán imágenes de ambos artistas, formando una suerte de instalación, a medio camino entre papel mural y diario mural. Y no sólo se dispondrán sobre los muros, sino que también por montones en el suelo, para que quien visite la exposición pueda llevarse una copia.
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