Teatro

Papelina es una niña que dibuja, dibuja y piensa. Primero dibuja una sandía, y como le da hambre, se la come. Esta acción da inicio a una serie de necesidades. La niña no vacila y resuelve cada cosa dibujando: para lavarse las manos, dibuja una llave; para secarse, una servilleta; para echar las cáscaras, dibuja un tarro de la basura; para que se lleve el tarro, un camión…y aquí se produce un problema. Papelina piensa y pregunta ¿Adónde irá ese camión? Entonces, descubre que el camión llega a un gran basural y dibuja un basural tan grande que allí mismo bota el camión entero. Pero…ahora el dibujo está feo, sucio y maloliente.

Enojada decide sacar la hoja y echarla en… Tendrá que dibujar un tarro para botar la hoja, y para que se lleve el tarro, un camión, y para el camión, un basural ¡Horror! Descubre que está atrapada en el círculo de la basura. Decide intentarlo otra vez, pero ¡Ay! Ahora está muy cansada y, además, su lápiz está tan gastado que ya no escribe. Papelina, entonces, pide ayuda a los niños para que le dibujen una camita, pero sobre todo para que imaginen y dibujen un mundo más limpio, uno que funcione mejor, y que sea mucho más lindo.


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