Comedia psicológico policial donde el gerente de una empresa y su secretaria juguetean en la bóveda donde está la caja fuerte. Un ladrón irrumpe con violencia y, por un problema técnico, quedan los tres encerrados.
Su director comenta que la obra está centrada en la obsesión por la propiedad privada en nuestra sociedad neo liberal, a veces por encima del bien común, o de la vida misma: “Al comienzo parecía sólo una comedia, pero al montarla descubrimos que tenía momentos muy dramáticos y emotivos. Los tres encerrados en una bóveda, víctimas y ladrón, como no pueden salir se culpan unos a otros. Hay traiciones, culpas, ardides y extrañas sorpresas policiales. En un momento parece que los tres tienen la razón en sus discursos, debido a que los roles se van cambiando por las tensiones que padecen”.
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