Existen un millón de razones para no querer al agente inmobiliario Oren Little (Michael Douglas) y es justo así como le gusta. Siendo odioso a propósito con cualquiera que se cruce en su camino, lo único que quiere es poder vender una última casa para poder retirarse en paz y tranquilidad. Su esposa Sarah Beth murió hace años, así que mientras espera su gran y merecido descanso, pasa el tiempo en su edificio dúplex con vista al mar.
Incluso la bondadosa Leah (Diane Keaton), quien insiste en invitar a Oren a participar en la hora feliz del mojito a pesar de su malhumorado comportamiento, es rechazada.
La vida de Oren da un giro inesperado cuando su hijo Luke (Scott Shepherd), quien se encuentra distanciado de él, aparece de manera inesperada pidiéndole que por favor cuide de su nieta de nueve años (Sterling Jerins) de la cual Oren jamás supo de su existencia.
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