Vince Vaughn protagonizó la segunda temporada junto a Colin Farrell, Rachel McAdams y Taylor Kitsch.
HBO.LOS ANGELES.- La segunda temporada de "True Detective" comenzó siendo una decepción para los seguidores de la historia original y, lamentablemente, eso no cambió con el paso de las semanas.
El domingo concluyó después de ocho capítulos de asesinatos y corrupción que fueron severamente criticados.
El episodio final, "Omega Station", fue rechazado por los especialistas, quienes confirmaron que la admiración que sentieron por el primer ciclo se transformó en desprecio durante el segundo.
El crítico de Entertainment Tonight, por ejemplo, comenzó su artículo ofreciendo disculpas. "Quiero pedir perdón a cada uno de vosotros personalmente", como si hubiera formado parte en la producción de Nic Pizzolatto, creador de la obra.
Para Brian Lowry, de Variety, "True Detective" terminó siendo una "decepción mayúscula" que falló "en casi todos los niveles", mientras que en The Hollywood Reporter se señaló que los misterios que planteó el argumento carecían de sentido por momentos.
Este tipo de valoraciones acompañaron a la segunda temporada de la serie desde su esperado inicio, allá por el mes de junio, que sobre el papel parecía condenado a decepcionar después de que el primer "True Detective" fuera elevado a los altares de la ficción televisiva.
Lo cierto es que "True Detective" nació en 2014 como una miniserie o serie limitada que no iba a tener segunda parte, un concepto bien definido y ocho capítulos de una hora dirigidos por un solo realizador, Cary Fukunaga, quien consideró el proyecto como una película de largo formato.
Las elogiadas actuaciones de Matthew McConaughey y Woody Harrelson como dos detectives obligados a entenderse para resolver unos crímenes rituales, redondeó un producto audiovisual que fue situado al nivel de "The Sopranos" y "The Wire", títulos considerados obras maestras de la pantalla chica.
En vista de la aclamación (casi) unánime, HBO encargó una segunda temporada que básicamente debía relanzar el producto, con diferente historia, pero con la misma fórmula y mismo nombre.
Las caras nuevas de Colin Farrell, Rachel McAdams, Vince Vaughn y Taylor Kitsch, el cambio de localización (de Nueva Orleans a Los Angeles) y de argumentación, fueron insuficientes para refrescar la serie.
Los diálogos lentos, cautivadores y filosóficos que predominaron en la primera temporada, ahora pasaron a ser irrelevantes y forzados, según los críticos, que insistieron en que la serie otorga un lugar secundario a la mujer, relegada a las tramas urdidas por hombres.
Las quejas por la excesiva masculinidad del programa afloraron en la segunda temporada igual que en la primera a pesar de la presencia de McAdams como corprotagonista, mientras que la trama con la que Pizzolatto confiaba sorprender a la audiencia fue acusada de ser demasiado retorcida.
En un "chat" con espectadores realizado recientemente en HBO Connect, Pizzolatto confesó que tuvo que "trabajar más duro" en escribir la segunda temporada que la primera para evitar verse influido por el entorno.
"Había mucha gente prestando atención (al proceso), incluso gente a la que no le gustó la serie", explicó el novelista y guionista, que insistió en que "antes a nadie le importaba lo que estuviéramos haciendo".
A la presión por estar a la altura se añadió otra variable, el hecho de que los capítulos de la segunda temporada tendrían diferentes directores, algo que es el estándar en Hollywood pero que en este caso no ayudó.
Y otra más: el afán por explotar comercialmente "True Detective" para convertir en franquicia una historia original.