Arte

El 13 de septiembre de 1973, abría sus puertas en el Museo Nacional de Bellas Artes la muestra de los reconocidos muralistas mexicanos, sin embargo, esta nunca llegó a ojos del público y sin saberlo pasó a tomar un cariz político inesperado. En el avión de Aeroméxico en que volvieron las obras al país azteca se embarcó la familia del recién derrocado presidente Salvador Allende. Junto con eso las relaciones diplomáticas entre México y Chile se fragmentaron y como consecuencia hubo un freno en el intercambio de las relaciones culturales entre ambos países. Pasaron 16 años y recién en el gobierno de Patricio Aylwin las relaciones se restablecieron con el regreso de la democracia a Chile.

"Orozco, Rivera y Siqueiros. La exposición pendiente", obras emblemáticas de la Colección del Museo de Arte Carrillo Gil de México, muestra su extraordinaria riqueza plástica, el origen histórico de la exposición y celebra los 25 años del reencuentro diplomático entre México y Chile. En esta ocasión, el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, vuelve a abrir sus puertas para recibir a los “tres grandes” exponentes del muralismo mexicano en Chile. Aquí se reflejarán los planos originales de 1973 cuando la muestra fue organizada por el museógrafo mexicano Fernando Gamboa y el otrora director del Bellas Artes, Nemesio Antúnez. La muestra contempla una selección de 76 obras de la exposición original, la cual estaba compuesta por 164 óleos y dibujos. La curaduría está a cargo de Gloria Cortés, por parte del Museo Nacional de Bellas Artes y de Carlos Palacios, por parte del Museo de Arte Carrillo Gil.

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